REl estándar más usado por las empresas a nivel global para la elaboración de informes de sostenibilidad es el desarrollado por el Global Reporting Initiative (GRI), una organización ‘multistakeholder’, con base en Ámsterdam (Holanda), que cuenta con oficinas en todo el mundo. Al frente de ella se encuentra Ernst Ligteringen, que tras quince años al frente de la entidad ha anunciado su renuncia para la primavera de 2015.
PREGUNTA. Después de anunciar su marcha del Global Reporting Initiative (GRI) ¿Qué balance hace de estos años tanto de la organización como de las estrategias de responsabilidad social que desarrollan las empresas?
RESPUESTA. El GRI ha cambiado mucho, comenzamos con 10 empleados. Teníamos una idea, pensábamos que era importante, no sabíamos si seria acogida, ni como se iba a desarrollar. En aquel momento acabábamos de lanzar la segunda versión que, bajo mi punto de vista, era la primera versión seria. Había un grupo de unas cien empresas que estaban experimentando con esta forma dar a conocer sus impactos sociales y medioambientales a través de los informes de sostenibilidad, y ahora son ya 3.500 compañías a nivel global.
P. ¿Se ha conquistado el mundo?
R. Aunque estamos creciendo en todos los continentes, no podemos cantar victoria. Desde un punto cuantitativo todavía es una minoría el número de empresas que informan sobre estas materias. Son empresas líderes, que han demostrado que les aporta un beneficio, pero no es común todavía.
Ahora está entrando en la agenda pública, y la información no financiera está siendo regulada, puesto que ha pasado de ser una cosa individual a algo colectivo. Los mercados de capitales cada vez más tienen en cuenta estas cuestiones, por lo que tenemos que ver cómo e flujo de este tipo de información puede abastecer a analistas, inversores, sociedades y mercados de valores.
P. En 2013 asistimos a la presentación tanto del Marco para el Informe Integrado, como del nuevo modelo G4 ¿Cuál es el futuro de las memorias de sostenibilidad de las empresas? ¿Veremos una fusión de los dos modelos o habrá una cohabitación?
R. El Global Reporting Initiative (GRI) no sólo tiene un memorándum firmado con el Consejo Internacional de Informes Integrado (IIRC, en sus siglas en inglés), sino que somos cofundadores. No es una cuestión de si el informe se elaborará bajo uno u otro estándar. Lo que GRI hace posible es la idea de medir el impacto que tienen las empresas en la sociedad, como son los son los informes de sostenibilidad para compartirlos. Este tipo de documentos son como una pantalla de radar en las que aparecen los aspectos más relevantes para las compañías, los temas materiales según los distintos grupos de interés, así como su relevancia tanto en términos de riesgos como de oportunidades para la innovación de las empresas.
Por su parte, el informe integrado tiene un propósito mucho más específico que el de sostenibilidad. Es una cuenta completa, que integra la capacidad de generar valor económico, y los elementos de sostenibilidad que influyen en él. En este sentido, da una información más completa a los inversores y a las juntas de accionistas.
En la prácticas son informes distintos que se complementan, aportando información a los distintos grupos de interés y a los gestores de las compañías.
P. ¿Hasta qué punto los inversores reclaman la información de sostenibilidad?
R. Cada vez hay más analistas e inversores que reclaman información sobre los impactos sociales, medioambientales y la gestión del gobierno corporativo puesto que mucha de estos datos afectan a las perspectivas de económicas de las empresas. Sin embargo, los informes de sostenibilidad no siempre ofrecen la información en un formato que esté listo para ser aplicable para este grupo de interés. En este sentido, el informe integrado permitirá el acercamiento de los aspectos ESG a este tipo de profesionales.
Pero, si las empresas se fijan sólo en este tipo de informes corren el riesgos de atender solamente a los demandas de un sólo grupo de interés. Los inversores se interesan por los impactos que pueden afectar en el momento de la toma de decisiones y no tanto en lo que está por venir. Las tendencias de futuro que es lo que ofrecen los informes de sostenibilidad.
P. ¿Necesitaríamos hacerlos más legibles para este tipo de ‘stakeholders’?
R. Este es uno de los retos a los que nos debemos enfrentar. Todavía tenemos que desarrollar herramientas de medición y de evaluación en base a la información sobre sostenibilidad.
P. ¿El nuevo modelo G4 permite la comparabilidad del desempeño de empresas?
R. Este modelo tiene unos objetivos muy relevantes. En primer lugar estamos promoviendo que las enfoquen más los informes de responsabilidad social para que no se produzca una lluvia de datos, sino que relaten claramente cuáles son los temas más relevantes, porque y como se relacionan con la estrategia.
Ahora también se ofrecen definiciones más avanzadas y más precisas, que ayudan a la comparabilidad si las empresas las aplican bien. Para ser comparables la información tiene que estar basada en un estándar, y el G4 ofrece el estándar más avanzado que existe en este momento, pero no resuelve absolutamente todo el problema del que estamos hablando puesto que quedan por hacer avances en las áreas de medición y evaluación. Esto ayudaría mucho en la comparación, hoy en día mucha de la información que se ofrece todavía es narrativa y no es fácilmente comparable.
P. ¿En qué situación se encuentra el grupo de trabajo sobre discapacidad que se acordó crear dentro de GRI el pasado otoño?
R. Recientemente nos hemos reunido con representantes de la Fundación ONCE con el objetivo de establecer las distintas etapas. Para GRI hay muchos temas prioritarios y corremos el riesgo de arrancar este proyecto en falso. Aunque estamos en estos momentos comenzando, antes de fin de año podremos contar con un documento de recurso, que es un documento pedagógico que proporciona una visión global sobre un tema.
P. ¿Para cuándo se incluirá la discapacidad en los estándares del G4?
R. El contenido de nuestros estándares se desarrollan sobre la base la experiencia que existe en la práctica de reportar sobre un determinado tema, así como en la importancia que tiene para los distintos grupos de interés alrededor del mundo. Con este documento pretendemos promover este tipo de prácticas, con el objetivo de generalizar la información sobre personas con discapacidad. De esta forma se gana en experiencia y podremos identificar los elementos que debe contener el estándar.
P. ¿En qué situación se encuentran los medios de comunicación a la hora de abordar la responsabilidad social?
R. No tengo una visión completa, pero mi impresión es que no se están aplicando muy ampliamente las políticas de responsabilidad social, y es una lástima. Los medios de comunicación influyen mucho en la sociedad, tienen un gran impacto indirecto en la generación de la opinión pública, por lo que deben de abordar asuntos como la relación con los distintos grupos de poder con el objetivo de garantizar su independencia frente a éstos, de manera que ofrezcan una información de calidad.
P. ¿Qué opina de la nueva directiva europea sobre la información no financiera
R. Se estima que con la nueva norma el número de empresas que deban de informar se eleve a 6.000 en la Unión Europea, con lo que se duplique en un breve espacio de tiempo el número de compañías que lo hacen. Esto provocará que se requiera una mayor demanda, por lo que hay que estar preparados para ayudar a las compañías que hasta el momento no lo hacían, con el objetivo de que sean mejores empresas y tengan una posición diferente e innovadora. Además, los inversores contarán con mayor información, por lo que se deberá contar con herramientas eficaces para manejar correctamente estos datos.
