Al entrar a un restaurante en la Ciudad de México, además de encontrarte la ausencia de sal en tu mesa, tu bebida podría ser gratuita, siempre y cuando también sea saludable.
De acuerdo con la FAO, México ocupa el primer lugar en obesidad en el mundo ya que el 70% de los adultos tiene algún nivel de sobrepeso. El país se encuentra también dentro de los diez primeros lugares en diabetes y es uno de los principales consumidores de bebidas azucaradas en el mundo, ya que su incidencia asciende a 450 latas por habitante cada año de acuerdo con datos de Profeco.
Estas alarmantes cifran han dado origen a diversos esfuerzos por parte del gobierno y de algunas organizaciones por promover hábitos de movilidad y nutrición que contribuyan a mejorar la salud de los mexicanos. El gravamen a las bebidas azucaradas y los alimentos con alto contenido calórico ha sido una de las medidas más polémicas desde que llegó por primera vez a las letras y micrófonos de los medios de comunicación, pero ésta no constituye el único esfuerzo del gobierno mexicano para combatir el grave problema de salud que aqueja al país.
Con el fin de reducir el elevado consumo de bebidas con alto contenido calórico y contribuir a crear mejores hábitos nutricionales entre la población, el jefe de gobierno Miguel Angel Mancera lanzó un decreto que obliga a los restaurantes del Distrito Federal a ofrecer a todos sus comensales agua natural sin costo alguno, de lo contrario, las empresas se harían acreedoras a una multa de entre mil 682 y 8 mil 411 pesos.
¿Y las escuelas?
Para incentivar mejores hábitos entre los niños y adolescentes no es suficiente promoverlos en todos los restaurantes de la ciudad, es fundamental comenzar desde la educación básica, por lo que las escuelas públicas no han quedado olvidadas en esta medida que ya se ha puesto como objetivo garantizar los bebederos dentro de las instalaciones para que estudiantes y trabajadores de más de 3 mil planteles educativos tengan acceso a este líquido vital.
Aunque el cambio será gradual y esta sujeto a la disponibilidad de presupuesto de cada institución, los bebederos también permitirán reducir los desechos producidos por la compra de agua embotellada al interior de las escuelas (razón por la cual una medida similar fue impuesta en San Francisco), lo que convertiría esta medida en un auténtico esfuerzo sustentable.
Es verdad, el agua tiene que ser gratis, pero….las fuentes de agua, los afluentes tienen que ser respetados por la sociedad y las industrias.
El agua que viene de los grifos está contaminada en grado superlativo.
Que se tomen medidas para no contaminar el agua, esa es la llave para poder seguir adelante y poder gozar de agua gratis.