Sin importar si trabajas en una empresa muy grande o una oficina pequeña, seguramente existen algunas tareas cotidianas cuyos responsables parecen no estar bien definidos pero que son sumamente necesarias para el funcionamiento adecuado de la organización. Labores como arreglar los detalles para la presentación del día siguiente, tomar notas, preparar café, responder el teléfono e incluso ayudar al nuevo personal, pueden caer dentro de esta categoría, y si no se organizan adecuadamente pueden convertirse en uno de los asesinos más peligrosos de la productividad y el bienestar empresarial.
¿Qué es el office housework?
Las actividades que constituyen el llamado office housework (quehacer de oficina) son aquellas tareas administrativas no remuneradas y frecuentemente subvaluadas, pero sumamente importantes para el correcto funcionamiento de una organización.
Estas labores con frecuencia recaen en el mismo miembro del equipo y quien las realiza suele ver afectado su rendimiento laboral, ya que a pesar de parecer inofensivas, estas tareas pueden absorber una gran cantidad de atención y tiempo productivo.
Al igual que sucede con frecuencia entre las amas de casa, los quehaceres de oficina suceden generalmente entre bastidores, y aunque son realmente importantes para el funcionamiento de la organización su realización es con frecuencia subvaluada por los líderes de negocio. De esta forma, los colaboradores que realizan estas tareas de forma voluntaria no sólo carecen el reconocimiento de sus superiores, sino que incluso pueden ver afectadas sus oportunidades de crecimiento profesional.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Nueva York, estas actividades son comúnmente realizadas por mujeres, ya que son ellas quienes dan prioridad al cuidado de los pequeños detalles sobre la constante búsqueda de reconocimiento.
Y entonces ¿quién hace el café?
Al igual que sucede con el desempeño individual, es recomendable que las organizaciones brinden seguimiento oportuno a las tareas comunales a fin de distribuirlas de manera uniforme y que éstas no afecten el desempeño de un grupo reducido de colaboradores.
Tomar turnos semanales para la realización de determinadas labores y construir redes de apoyo entre uno o más departamentos puede ser una excelente herramienta que además de contribuir a una distribución igualitaria, fomente una mejor comunicación entre los miembros de la organización.
Por otro lado, cada colaborador debe ser responsable de priorizar sus intereses individuales sin dejar de participar en las actividades que proporcionan beneficios comunes; de esta forma será capaz de generar mayor influencia en su equipo de trabajo e incrementará su productividad, y por consecuencia tendrá mejores oportunidades de crecimiento.
Ok… pero si detesto que me manden x el café, afortunadamente en mi trabajo actual no me mandan xD