Hace algunos días salí con varias amigas y tomé un servicio de transporte para volver a casa. Esperé algunos minutos y cuando llegó simplemente lo abordé; soy una chica alta, así que es común sentirme apretada en cualquier sitio, pero en esta ocasión la verdad es que me sentí bastante cómoda. Llegué a mi destino casi sin sentir movimiento y honestamente me sorprendió cuando una de mis amigas me preguntó: ¿notaste que te fuiste en un auto híbrido? ¡Era un Prius!
No, la verdad es que no lo noté. Noté que viajaba en un auto cómodo, con una gran cantidad de controles y que tenía vestiduras de piel… o al menos eso sentí al tacto. Me di cuenta y me encantó aunque la verdad es que de autos no sé mucho… sin embargo, me picó la curiosidad.
Por la noche, ya recostada, tomé mi tablet y me di a la tarea de investigar un poco; me enteré de que el famoso Toyota Prius es EL auto a nivel ambiental. Aprendí qué era tecnología HSD (Hybrid Synergy Drive o Propulsión Híbrida en Sinergia) que en síntesis es combinar un motor de combustión interna con un motor eléctrico; y supe que el modelo que esa tarde había abordado era el híbrido más vendido del mundo.
Performance de un híbrido
Tuve vergüenza de mí porque trabajo en una compañía de comunicación en responsabilidad corporativa y no sabía todo lo que había detrás de este auto. Me enteré así que la semana pasada, CEMEX había renovado su flotilla comercial en la Ciudad de México comprando 94 de estos vehículos, porque gracias a ellos reducirían sus emisiones a la atmósfera. Supe que la tecnología que da vida al Prius permite un mayor rendimiento del combustible incluso cuando estás en medio del terrible tráfico que caracteriza a a las grandes ciudades del mundo, incluida la nuestra.
¿Cómo lo hace? El modo eléctrico de Prius se activa en automático cuando avanzas a una velocidad reducida, de modo que de lo único que debes preocuparte mientras estás en medio de una calle conflictuada es en cómo saldrás del problema en el que te has metido.
En cuanto a su producción, me pareció una belleza enterarme de que la planta Tsusumi de Japón, en donde se fabrica actualmente Prius, utiliza energía solar para la iluminación, calefacción y generación de corriente eléctrica mediante celdas fotovoltaicas, además de contar con plantas de reciclaje de agua y una alta densidad de áreas verdes para eliminar las emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero.
Hablando de datos duros, la eficiencia y tecnología de los autos híbridos de Toyota han contribuido a la reducción de 58 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, hasta ahora, en comparación con los autos que solo utilizan gasolina. Echa ojo a esta infografía y luego sigo con la historia.
Eligiendo un auto
Si crees que Toyota es cliente nuestro, olvídalo ¿ves algún anuncio de ellos en nuestro sitio? Así que como versa la frase, honor a quien honor merece, y como habrás descubierto, soy una fan declarada de la responsabilidad corporativa, pero la verdad es que también hice la tarea que cualquier consumidor haría antes de seleccionar su próximo automóvil: busqué reseñas en línea.
A través de este ejercicio, me enteré de que Prius no siempre pareció destinado a transformar la forma en que entendemos los automóviles. Desde su origen ha pasado por distintas etapas de evolución que lo llevaron a convertirse en lo que conocemos hoy. Muchos cuestionaron su diseño, su autonomía y su nivel de accesibilidad; pero la marca supo responder a las inquietudes y necesidades de sus consumidores. De hecho, me encontré esta breve reseña en Motor Pasión.
Lo que hay en sus entrañas es una sinergia de motores que saben cómo y cuándo intervenir. El motor eléctrico es el responsable de arrancar, el de combustión entra en acción únicamente para apoyar cuando se requiere más poder, y el frenado regenerativo se encarga de recargar las baterías en cuanto soltemos el acelerador. Incluso si vamos rápido, el motor eléctrico está facultado para operar por si solo. – Motor pasión
No fue hasta que leí la reseña que me di a la tarea de revisar el precio de esta maravilla del transporte -hay que decir que los híbridos tienen fama de ser inalcanzables en términos económicos- y caí en la cuenta de que todos los esfuerzos de Toyota realmente están en sintonía con el propósito de hacer que los autos responsables con el medio ambiente invadan las calles.
El costo de la versión Base de esté híbrido sigue siendo algo más alta que algunas de las versiones de lujo de los compactos de combustión, pero ha conseguido también ser mucho más accesible que los primeros de su categoría, mucho menos autónomos y menos equipados. Me atrevería a decir que la marca va por excelente camino, especialmente si consideras que al adquirirlo en la Ciudad de México tu auto queda exento de programas como el Hoy no circula, el pago de tenencia o otros beneficios que, aunque todavía no llegan a ser tan atractivos como los de ciudades más avanzadas, sí representan un ahorro considerable a largo plazo.
Yo no quiero un híbrido
El resultado es que he quedado enamorada de una marca que entendió que yo no quiero un híbrido por ser híbrido. Como muchos mexicanos que viven con su salario moderado, no estoy dispuesta a pagar una fortuna esclavizante a cambio de un auto por el simple placer de ayudar al medio ambiente. No es viable. Tampoco soy un consumidor que se enamore de los datos duros sobre la reducción de emisiones porque, la verdad, la mitad del tiempo ni siquiera tengo ganas de pensar en ello… Creo que solo soy un comprador promedio, de modo que…
Lo que yo quiero, igual que muchos consumidores, es una marca que entienda que la sustentabilidad debe ser sexy, lo que significa que los productos que se suban en ese tren deben ser capaces de conquistarme por un montón de agregados de valor, calidad y precio, sin necesidad de apelar a mi sentimiento de culpa por salvar al planeta… porque eso NO es tarea solo mía, es de la marca y de todos.
En síntesis, quiero un vehículo cómodo, seguro, que pueda manejar sin problemas por toda la ciudad y tenga un diseño que ame, y si además me dices que me acerca al desarrollo sustentable, entonces será mil veces mejor.
Las cualidades sustentables no deben ser la esencia, sino un Prius… quise decir, un plus.