Una encuesta realizada a 5,000 empleados de EE.UU. y el Reino Unido reveló que el 75% tiene interés por mantener contacto con la empresa para la que trabajó tras su renuncia. Por ello, Anthony Klotz, el psicólogo empresarial que acuñó el concepto de «Gran Dimisión», afirma que la próxima tendencia dominante en materia de contratación serán los trabajadores boomerang.
De acuerdo con Fast Company, contratar a trabajadores boomerang puede ser mutuamente beneficioso. Para las empresas porque los colaboradores que ya están familiarizados con la cultura y los procesos de su negocio necesitan menos formación y adaptación para ponerse al día y, lo que es más importante, aportan nuevas habilidades adquiridas.
En tanto para los empleados, cansados tras un tumultuoso viaje de dos años por la pandemia, reconocen que establecer una relación a largo plazo con un empleador puede, de hecho, conducir a una mayor progresión en su carrera profesional que la que supondría un breve paso por varias empresas.
Trabajadores boomerang, tendencia ambivalente
Aunque hay grandes oportunidades para todos, se debe tener cuidado con los posibles riesgos. Los responsables de las empresas tendrán que convencer a los ex empleados de que la organización no se ha quedado parada durante los últimos dos años.
De la investigación del Índice de Talento de la plataforma de gestión de Fast Company se desprenden dos prioridades claras entre los colaboradores que buscan reintegrarse en un lugar de trabajo.
En primer lugar, más de una cuarta parte de los 5,000 encuestados señaló que quería mejorar la formación y la orientación profesional, lo que indica el motivo por el que pueden haberse marchado.
Demostrar las nuevas oportunidades de aprendizaje y desarrollo que la corporación ha puesto en marcha —como un programa de aceleración del talento— podría ser una forma eficaz de atraer a los antiguos empleados.
Otro factor clave es evidenciar una cultura vibrante a pesar de la alteración de las formas de trabajo. Uno de cada cuatro encuestados prioriza este sentimiento de cohesión sobre cualquier otra cosa.
Mostrar cómo la cultura de la empresa ha mejorado y se ha hecho más resistente mediante el aumento y la frecuencia de los puntos de contacto también podría servir para inspirar optimismo hacia el siguiente capítulo.
Los datos muestran que, a largo plazo, los directivos deben adoptar un enfoque prudente respecto al trabajo híbrido. Aunque la flexibilidad de horario es la ventaja más elegida por los encuestados, casi la mitad de ellos considera que la falta de contacto con su compañía ha obstaculizado su desarrollo profesional. Se debe aprovechar el teletrabajo por el momento, sin perder de vista la evolución de las preferencias y demandas de los empleados.
Al entrevistar a posibles trabajadores boomerang, es importante practicar la «franqueza radical» —reconociendo abiertamente los problemas o preocupaciones que les hicieron marcharse en primer lugar, y estableciendo lo que será diferente esta vez— por ambas partes.
Aunque no se aplique de forma universal, los problemas no resueltos son una señal de alarma e ignorar la oportunidad de averiguar por qué los empleados se fueron podría ser un gran error que costará a las empresas de nuevo en el futuro.
Optimismo cauteloso
Quienes deseen volver a un lugar de trabajo anterior deben considerar por qué están entusiasmados. Recordar a un antiguo jefe y sus puntos fuertes y centrarse en las conexiones que se mantienen con los ex compañeros es importante, pero lo más probable es que no sea suficiente.
Ambas partes querrán saber qué ha cambiado. Cuando los empleadores expliquen las nuevas iniciativas, los entrevistados boomerangs harían bien en compartir las lecciones e ideas que han recogido de otras experiencias.
Los trabajadores boomerang con éxito tienen el potencial de asumir nuevas tareas en su antiguo empleo con renovado vigor, mostrando sus nuevas habilidades, sin esperar que todo sea igual. Aunque es probable que muchas cosas sigan siendo similares, algunos procesos, personas y políticas habrán cambiado, y es indispensable que todos acepten estos cambios con flexibilidad.
Otra precaución es que las empresas paguen a los empleados que regresan más de lo que lo hacían originalmente, reflejando la progresión de la carrera profesional, pero deben tener cuidado de no alienar a los que se quedaron, y evitar señalar que la mejor manera de progresar o mejorar los ingresos es irse.
En general, los trabajadores boomerang insinúan que entrar en la nueva era del trabajo puede ser más una cuestión de calibración y de ajustes cuidadosos, que una revisión completa del mundo laboral.