El trabajo remoto se está volviendo cada vez más frecuente. Luego de la pandemia del 2020 muchas empresas se vieron en la necesidad de modificar sus requerimientos en torno a la vida en oficina por peligro que significaban los espacios públicos.
Existe un gran debate respecto a si el trabajo desde casa hace más o menos productivos a los trabajadores, argumentando la mejora en la calidad de vida, el ahorro de tiempo de traslado o la significativa diferencia entre comunicarse cara a cara y vía internet. Parecen ser muchos los beneficios de hacer Home Office pero ¿Qué implica quedarse en casa trabajando para el crecimiento laboral?
De acuerdo con los reportes de Yahoo News, un nuevo estudio descubrió que los trabajadores remotos en el Reino Unido sacrificaron el crecimiento salarial en los primeros dos años después de la pandemia de COVID-19, mientras que el personal presencial vio mayores ganancias para compensar la falta de beneficios del trabajo desde casa.
Home Office ¿premio o castigo?
Existen muchas razones y circunstancias que dieron origen y mantienen el sistema de trabajo desde casa. Algunos dicen que parece ser una opción para los grupos más favorecidos de la sociedad ya que las personas con mayor nivel educativo tienen mayores probabilidades de trabajar en empleos que no requieren la presencia en la oficina todos los días.
Sin embargo, en el análisis de los resultados del estudio realizado respecto al tema del trabajo remoto los investigadores descubrieron que las desventajas salariales de trabajar a distancia superan a las ganancias que son relativamente menores.
Estos hallazgos se basaron en un análisis de las cifras salariales oficiales de enero de 2018 a diciembre de 2019 y de septiembre de 2021 a diciembre de 2023, junto con datos del Reino Unido de la Encuesta sobre acuerdos y actitudes laborales, que comenzó a preguntar a 1.800 adultos sobre sus acuerdos y preferencias laborales en 2019.
Quienes pudieron trabajar desde casa algunos días a la semana vieron crecer sus salarios entre un 2% y un 7% más lento que otras ocupaciones, una “penalización salarial significativa por trabajo remoto”, según un documento dirigido por economistas de la Universidad de Nottingham, la Universidad de Sheffield y el King’s College de Londres.
En el caso de los empleados que no trabajaban a distancia, los investigadores calcularon que el aumento salarial compensaba con creces el hecho de tener que trabajar en persona todos los días.
Este estudio, uno de los pocos que analiza el impacto conjunto del trabajo desde casa en los salarios de los trabajadores remotos y no remotos, llega en un momento en que la flexibilización de los mercados laborales abre la puerta a que las empresas renueven su impulso al regreso a la oficina. PwC UK recientemente ordenó tres días en la oficina, mientras que Amazon ordenó que todos volvieran cinco días a la semana.
¿Una opción desigual?
Para muchos, la posibilidad de trabajar desde casa es en sí misma un beneficio laboral sustancial, como el acceso a guarderías gratuitas o un coche de empresa.
En la encuesta se preguntó cuánto les cuesta a los británicos ir a la oficina, teniendo en cuenta los costes de transporte, así como el gasto en cosas como almuerzos, café o ropa de trabajo.
En promedio, la gente sacrificaría el 8,2% de sus ingresos por la opción de quedarse en casa dos o tres días a la semana, según el estudio. Las mujeres, los trabajadores jóvenes y aquellos con desplazamientos más exigentes estaban más dispuestos a pagar por trabajar desde casa.
Al analizar la remuneración total, teniendo en cuenta tanto los salarios como los beneficios en especie del trabajo desde casa, los investigadores descubrieron que el trabajo híbrido no amplió las desigualdades entre los trabajadores presenciales y los remotos. De hecho, no tuvo ningún efecto sobre la brecha.
Según los expertos, el cambio al trabajo remoto ha provocado ningún cambio significativo en la desigualdad general y un aumento sustancial en la remuneración promedio en general.
“Los beneficios del trabajo a distancia son mayores entre los grupos más favorecidos”, afirma el estudio. “La capacidad de trabajar a distancia está distribuida de forma desigual, al igual que el grado en que las personas la valoran”.
Nuevos panoramas
El trabajo flexible vuelve a ocupar un lugar destacado en la agenda política del Reino Unido. Todas las miradas están centradas en los planes del Partido Laborista de reformar las leyes laborales, que incluyen propuestas para ampliar los acuerdos de trabajo flexible, una de las promesas clave del Primer Ministro Keir Starmer a los votantes.
Londres se queda atrás de otras grandes ciudades como París, Singapur o Nueva York en lo que se refiere a trabajar desde la oficina, debido principalmente al coste y la duración de los desplazamientos.
Asi mismo se encontró que más del 40% de los trabajadores londinenses, que pasan poco más de la mitad de la semana en la oficina, mencionaron la reducción de los costes de viaje como una ventaja de trabajar desde casa, en comparación con un promedio del 34% en todas las ciudades, según un estudio del Centre for Cities.
De acuerdo con el portal Forbes, existe otro ensayo aleatorio de empleados en una empresa tecnológica con sede en China que descubrió que 2 días de trabajo desde casa y 3 días en la oficina reducían las tasas de renuncia, mejoraban la satisfacción laboral y no tenían ningún impacto en el rendimiento, en comparación con los empleados que trabajaban a tiempo completo en la oficina.
Otro efecto: se descubrió que los directivos de la empresa cambiaron su opinión sobre el trabajo híbrido durante la duración del estudio.
Antes de que comenzara, los directivos de la empresa percibían que el trabajo híbrido reduciría la productividad en un 2,6%; mientras que a su término, creían que los acuerdos flexibles podrían mejorar la productividad en un 1%. «La experimentación tiene su valor», concluyeron los autores.
La base para una transformación organizativa exitosa y sostenible, especialmente en el contexto del trabajo remoto, radica en la formulación de políticas claras. De esta manera, es clave establecer directrices sólidas que aborden roles, expectativas y responsabilidades de colaboradores y empleadores.
