El trabajo no remunerado es el impuesto oculto y más alto que pagan las mujeres, por lo que es indispensable dar valor a estas actividades, coincidieron expertos de Naciones Unidas y de organismos nacionales.
El trabajo doméstico no remunerado sigue siendo el impuesto oculto y más alto de las mujeres, en términos económicos, afirmó Ana Güezmes, representante en México de la entidad de Naciones Unidas para Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres.
Por ello es importante que se reduzca y, principalmente, se redistribuya la carga de tiempo y de trabajo no remumerado de las mujeres, agregó en la inauguración de la 14 reunión internacional de especialistas sobre uso del tiempo y trabajo no remunerado.
Dijo que las mujeres dedican entre dos y cinco horas más en promedio que los hombres a realizar este tipo de trabajos, y que en México el trabajo doméstico no remunerado representa 24 por ciento del PIB, equivalente a 4.2 billones de pesos.
A su vez, el presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Julio Santaella, dijo que de ese 24 por ciento, dos terceras partes son aportadas por mujeres y un tercio por los hombres. Consideró indispensable poner valor a las actividades domésticas no remuneradas, como la preparación de la comida o los cuidados familiares. Este tema es uno de los puntos principales de la reunión internacional.
Lorena Cruz, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, informó que de cada cien horas que se dedican a la atención de los hogares, 60 son aportadas por las mujeres, que incluyen cuidados maternos o carga laboral.
El encuentro de especialistas en generación y análisis de la información sobre uso del tiempo y trabajo no remunerado se realiza en el marco de las actividades del Programa del Grupo de Trabajo de Estadísticas de Género de la Conferencia Estadística de las Américas (CEA-Cepal).
¿Oprimidas o empoderadas?
En México las mujeres siguen ganando entre 15 y 20 por ciento menos que los hombres por desempeñar el mismo trabajo, aunque la brecha salarial llega a ser hasta de 40 por ciento en puestos de alta dirección, y mientras los hombres en el país dedican apenas 23.3 por ciento de su tiempo a labores domésticas de cuidado no remunerado, las mujeres empeñan 65.2 por ciento de su tiempo a dichas labores.
Los anteriores son algunos de los datos que aparecen en el libro: ¿Oprimidas o empoderadas? Dónde están las mexicanas del siglo XXI, editado por la Fundación Banorte y Travesías Media, en el que a través de crónicas, reportajes, ensayos y cifras se abordan los derechos económicos y el lugar de las mujeres en la economía actual.
Al hablar sobre su participación en el libro con un texto sobre el trabajo doméstico, la editora y periodista Claudia Itzcowich dijo que la causa del rezago de las mujeres en el mundo laboral es el trabajo en el hogar, la doble jornada que deben asumir por la idea de que son las responsables del cuidado y la limpieza de los demás, y el acuerdo tácito de que el tiempo que le dediquen a esas labores no necesita ser reconocido.
Si tomamos en cuenta el tiempo dedicado al trabajo en el hogar y lo que hace posible en el mercado laboral, estamos hablando de que representa 22 por ciento del producto interno bruto (PIB), señaló.
Fuente: La Jornada