Meta no para de ser señalado por sus diversas deficiencias en la protección de los usuarios de sus subsidiarias. The Washington Post comunica que, una vez más GLAAD, la organización de defensa de la comunicación de la comunidad LGBTQI+, hace un llamado para detener la ola de transfobia en redes sociales que sus principales plataformas, Facebook, Instagram y Threads, han permitido circular.
El presidente y director ejecutivo de dicha organización instó a Zuckerberg a emitir un comunicado público en contra de la “epidemia de odio anti-trans” que tiene lugar en las plataformas de Meta, hechos de los cuales se han dado suficientes muestras mediante el estudio que dicha institución realizó desde junio de 2023 hasta marzo de 2024. Te contamos cuáles son los resultados por los cuales se acusa a Meta.
Estudio revela la transfobia en redes sociales
GLADD puso en marcha un estudio que recopila las infracciones a las políticas de Meta en el contenido que comparten los usuarios de sus redes sociales. Para este análisis de contenido, la organización de defensa LGBTQI+ incluyó las publicaciones que inciden en las siguientes categorías:
- uso de insultos extremos contra las personas trans
- uso de calificativos deshumanizantes maliciosos, como personas “satánicas”, “depredadores sexuales”, “terroristas”, “enfermos mentales” y “pervertidos”
- confusión de género dirigida
- contenido que promueva la «terapia de conversión»
- acoso selectivo de personas e incitación a la violencia
- atacar con discurso violento
- llamados genocidas y codificados para la “erradicación”.
De esta forma, el estudio recopila diversas publicaciones que se alinean con alguna de las categorías antes mencionadas, con lo cual demuestra que Meta es culpable de permitir que este contenido ronde en la web a pesar de que va en contra de las propias políticas de convivencia que la empresa ha establecido, como su normas comunitarias de incitación a la violencia, comportamiento delictivo, lenguaje que incita al odio, suicidio y acoso.
Los resultados de la denuncia
Aunque han pasado ya nueve meses desde las primeras acusaciones en junio de 2023 por transfobia en redes sociales de Meta, GLAAD asevera que la empresa no ha tomado las acciones necesarias para detener estos ataques en contra de la comunidad LGBTQI+ y que aunque todas esas publicaciones recopiladas en el análisis fueron comunicadas a través del sistema de informes estándar de Meta, se consideró estas no violaban la ley o no se tomó ninguna medida al respecto. Sin lugar a dudas, esto muestra la ineficiencia de los sistemas de denuncia y estándares de revisión del conglomerado de Zuckerberg, por lo menos en este rubro.
El impacto de las acusaciones realizadas por GLAAD ha tomado mayor fuerza gracias al apoyo de LGBTQ Human Rights Campaign y diversas celebridades, como Elliot Page, Laverne Cox, Jamie Lee Curtis, Shawn Mendes, Janelle Monáe, Gabrielle Union, Judd Apatow y Ariana Grande, entre otros, quienes firmaron una carta abierta donde solicitaban la intervención de Meta para frenar el odio anti-trans.
Además, creadores de contenido LGBTQI+ señalan que el alcance de este informe está limitado por las políticas de contenido político, entre las que se incluyen los derechos de esta comunidad. GLAAD , por su parte, dijo que espera que este informe ponga en la mira de Meta la ineficiencia en la aplicación de sus políticas, las cuales permiten la multiplicación de la transfobia en redes sociales.
La Insuficiente respuesta de Meta
Lamentablemente, Meta no ha tomado con seriedad las acusaciones recibidas a partir de este informe ni, mucho menos, ha tomado acciones contundentes para eliminar la transfobia en redes sociales. Alok Vaid-Menon, creador de contenidos no binarios y parte del comité asesor del programa de seguridad de las redes sociales de GLAAD, declaró que ha experimentado en carne propia el aumento del acoso y uso de términos insultantes hacia las personas en sus redes sociales y, aunque ha denunciado por los medios que Meta pone disponibles, la respuesta deja mucho que desear:
“Le mencioné esto a Meta muchas veces y la respuesta que siempre recibimos es, ya sabes, puedes bloquear a estas personas… No se reconoce que se trata de un problema sistémico”
Alok Vaid-Menon, creador de contenido no binario
El gigante tecnológico deja de lado las RSE que requiere asumir para producir un entorno seguro y protector de los derechos humanos y su falta de compromiso con parte de los stakeholders está ensuciando cada vez más su reputación y generando perjuicios a la dignidad humana, así como daños a la salud mental de diversos de sus usuarios, en tanto que permite un entorno donde la violencia, humillaciones, acoso e incitación al odio son posibles. Así lo hace ver Vaid-Menon:
«La responsabilidad de bloquear recae en los usuarios individuales y no en los perpetradores de esta violencia, que están violando directamente las propias políticas preexistentes de Meta»
Alok Vaid-Menon, creador de contenido no binario
Por su parte, Sarah Kate Ellis,presidenta y directora ejecutiva de GLAAD pone sobre la mesa que la violencia que se genera en el espacio digital no se queda ahí: “Este peligroso odio en sus plataformas está causando un daño devastador en el mundo real y debe detenerse…la compañía debe crear y compartir urgentemente un plan de acción para abordar la epidemia de odio contra las personas trans que se extiende por Facebook, Instagram y Threads”
Meta se olvida de la RSE
El conglomerado de Zuckerber se está olvidando de una parte importante de sus usuarios,la comunidad LGBTQI+, parte que, además, pertenece a los grupos vulnerables, para lo cuales debería generar más acciones para garantizar su protección en el llamado metaverso. Esto es una grave falta de RSE, pues pone en peligro a personas que históricamente han sido agredidas y permite que se perpetúe esta violencia. En este sentido, Meta no está contribuyendo a la reducción de las desigualdades prospectada en los ODS 2030.
Además, la falta de medidas contundentes en contra de la transfobia en redes sociales afecta la salud mental de algunos usuarios, ya que son objeto de discriminación, burlas, acoso, menosprecio, vejaciones y blanco del odio de otros usuarios que Meta ha dejado libres en sus redes. Resulta irrisorio que la empresa apele sólo a la responsabilidad social individual para denunciar y bloquear a los usuarios que infrinjan las normas de convivencia de su comunidad, cuando Meta aún no ha salido a anunciar un protocolo de acción que corra por parte suya y asuma la responsabilidad de regular el respeto a los derechos humanos en el metaverso.