Expertos del Instituto Politécnico Nacional tienen previsto transformar 780 toneladas de residuos orgánicos en electricidad y gas, residuos que son generados cad día en la Central de Abasto de la ciudad de México, con el fin de frenar la contaminación, aumentar el ahorro ecnómico de la ciudad y conseguir la sustentabilidad energética del mercado más grande de América Latina.
Luis Raúl Tovar Gálvez, especialista del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Ciiemad) , explicó que el proyecto incluyó un estudio deviabilidad, así como el diseño y la generación de un biodigestor anaerobio para tratar los residuos de ese tipo.
A su vez, el maestro en Ciencias José Gilberto Reséndiz Romero, del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales (Ciecas) , expuso que ante la necesidad de contar con una visión interdisciplinaria, se desarrolló la parte social y económica.
Sostuvo que el proyecto es ampliamente viable y que a las autoridades del gobierno capitalino, ante el cierre del Bordo Poniente, les interesa que se genere energía a partir de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos mediante el digestor anaeróbico.
El catedrático de la Maestría en Docencia Científica y Tecnológica del CIECAS dijo que la toma de decisiones del Fideicomiso de la Central de Abasto constituye un elemento importante para que se ejecute ese desarrollo tecnológico.
De ahí que se platicará con el organismo para mostrar los beneficios de la tecnología a fin de que se pueda aplicar.
Actualmente los residuos orgánicos de dicho mercado se depositan en rellenos sanitarios de los estados de México y Morelos, lo que implica gasto de combustible para su traslado diario y la generación de bióxido de carbono (CO2) , que contribuye al calentamiento global y al incremento de la huella de carbono.
El especialista politécnico planteó que el modelo de abasto se ha replicado y con ello la producción de basura.
Explicó que si ésta se utilizara para generar energía, en el entendido que en toda la república hay 60 centrales de abasto, entonces se resolvería el problema de la contaminación en forma racional porque se estaría generando energía.
Por ello consideró que se requiere mirar a futuro, y la idea es que el biodigestor se instale en la Central de Abasto de Iztapalapa y se replique paulatinamente en otras centrales de abasto del país.
Calculó que el biogás potencial que se generaría al año mediante el biodigestor puede representar 285 mil toneladas de residuos orgánicos que no irían a rellenos sanitarios.
Por lo tanto el abatimiento de la contaminación atmosférica se reflejaría de manera considerable, además de que con esos residuos se puede generar biogás a través de la digestión anaeróbica.
De acuerdo con Reséndiz Romero, de aprobarse la instalación del biodigestor estratégicamente se aplicaría en tres etapas pues se comenzaría por procesar 50 toneladas, después 120 y luego 180.
El escenario deseable, dijo, es que se dé una gestión integral de los residuos sólidos en la Central de Abasto.
Fuente: Ecoticias