Las ciudades son esos sitios urbanos que se conforman por enormes rascacielos, una población numerosa, y entre sus principales actividades económicas se encuentran la industria y los servicios de todo tipo.
Más de la mitad de la población vive en zonas urbanas, y según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para el 2050 los habitantes habrán aumentado a 6,500 millones. Por esta razón, es necesario lograr el desarrollo sostenible de estos lugares, y poco a poco construir espacios urbanos más resilientes y saludables.
Brooks Rainwater, ejecutivo senior y director de la National League of Cities (NLC), se ha encargado de realizar esfuerzos para ayudar a los líderes de grandes urbes a crear economías locales sólidas, vecindarios seguros y vibrantes, infraestructura de clase mundial y un medio ambiente sostenible.
De manera reciente, el experto reunió algunas de las ideas en el portal The Fast Company, que todos debemos tomar en cuenta para entender cómo es que las ciudades deberán ser en el futuro, ya que estamos pasando por una crisis sanitaria que aún no termina.
El panorama de las ciudades ante la pandemia
La vacuna COVID-19 ya es un hecho y se está aplicando en distintos lugares del mundo, sin embargo, la pandemia sigue circulando por gran parte de países de América.
Por ejemplo, en la mayoría de las ciudades de EE.UU., las personas aún siguen enfrentando desafíos que no habían vivido en las últimas décadas, con negocios cerrados o semicerrados, gente sin trabajo, aunado a las altas temperaturas que dificultan las actividades al aire libre en gran parte de estos lugares.
Brooks Rainwater afirma que las ciudades estadounidenses se sienten desoladas a medida que los trabajadores de oficina continúan quedándose en casa y el ecosistema de la industria de servicios que los apoya enfrenta desafíos abrumadores.
Por ello, el experto se cuestiona: ¿Qué deparará el futuro? ¿Cuándo y cómo nos recuperaremos en nuestras ciudades? Si quieres saberlo, a continuación te contamos cómo crear las ciudades del futuro.
1. Construir ciudades habitables e inteligentes
Durante la pandemia, los vecindarios se volvieron importantes para la vida cotidiana de las personas, pues los grandes comercios cerraron y muchos realizaban sus compras en los comercios locales teniendo que caminar o utilizar bicicletas para llegar estos sitios.
Por ejemplo, en Manhattan y Market Street en San Francisco abrieron espacio para las personas y predijeron cómo podrían utilizar el espacio limitado que tienen estos lugares urbanos más densos para las personas y no para los automóviles. En ambos casos, otros lugares urbanos en el extranjero como Londres, Singapur y Copenhague ayudaron a señalar el camino a seguir.
Las tendencias hacia el cierre de calles aumentaron rápidamente durante la pandemia, ya que muchas ciudades cerraron temporalmente las calles para que los peatones tuvieran espacio para navegar en el nuevo entorno.
Esto ha llevado a cierres permanentes en ciudades como Seattle, Oakland, Washington, DC, Minneapolis y más, para crear un espacio para que las personas disfruten de la ciudad y, al mismo tiempo, abrir más espacios seguros al aire libre para el comercio y la comida.
El resultado de estos cierres ahora está comenzando a analizarse para que puedan evaluar cómo las personas están utilizando estos espacios recuperados en las ciudades, y cómo pueden continuar entrelazando estos principios de planificación urbana en el futuro.
2. Crear ciudades de 15 minutos
En la búsqueda por crear más espacios para las personas, ha surgido el concepto de la Ciudad de 15 minutos, el cual brinda una oportunidad real de cambiar la forma en que están estructuradas las ciudades y se fomenta la creación de viviendas asequibles y sostenibles.
Las características de este tipo de ciudades son:
- Mejor acceso a la vivienda y más viviendas.
- Mejor transitabilidad para peatones.
- Optar por un diseño urbano céntrico, es decir, tener todos los servicios y la capacidad de navegar por ellos a pie.
- Acceso a una educación de calidad, oportunidades laborales y acceso a alimentos.
Algunas ciudades del mundo como: París, Melbourne, Australia, Detroit, Portland, Oregón y Ottawa, ya persiguen este concepto.
3. Procurar el medio ambiente y la salud mientras reconstruyen las ciudades
El experto afirma que lo más importante es que aún se necesita modernizar y construir ciudades futuras con una resiliencia ambiental y de salud pública. Por ejemplo, ahora los expertos en construcción deberán crear edificios con tecnologías donde el flujo de aire y la ventilación sean cada vez más importantes.
Dado que estamos en la era de la hiper-desinfección, las personas esperan que los lugares que habitan y visitan sean más saludables y se preocupen más por la calidad del aire.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, la contaminación del aire interior es de dos a cinco veces peor que la contaminación exterior (los contaminantes interiores como el humo, el polvo, el moho y los productos químicos de ciertas pinturas, limpiadores y materiales de construcción son particularmente dañinos).
Además de los beneficios promocionados de la sustentabilidad ambiental, el aumento del bienestar y la productividad, el diseño biofílico está asumiendo un papel increíblemente importante a medida que las ciudades y las empresas piensan en cómo la economía regresará y los trabajadores regresarán a las oficinas.
Ahora más que nunca los arquitectos deberán equilibrar la necesidad de edificios para que sean saludables y edificios extremadamente sostenibles.
COVID-19 ha reforzado el interés corporativo en rediseñar los espacios de trabajo para simular la naturaleza, tener mejores sistemas de filtración de aire y utilizar materiales más sostenibles.
4. Tomar en cuenta el ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles
La ONU, a través de los Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) se ha encargado de crear metas que ayuden a las comunidades y ciudades a ser más sostenibles de aquí al 2030, ya que en las próximas décadas, el 90% de la expansión urbana tendrá lugar en el mundo en desarrollo.
Por ello, es necesario proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos; y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los menores, las personas con discapacidad y de edad avanzada.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo las ciudades pueden convertirse en transitables, saludables y resilientes, ante una nueva forma de vida que tenemos todos y todas, solo falta que los gobiernos hagan lo suyo para que logremos el bienestar que deseamos.
