Alma para el Capitalismo: Las normas de información «ASG» han estado viajando hacia nosotros durante muchos años – y ahora han llegado.
Las normas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) se refieren a las nuevas normas de información sobre el impacto de una empresa que va más allá de sus accionistas. Piensa en los ASG como una auditoría de gran impacto de tu empresa en el mundo. Involucrando tanto a las personas como a la tierra.
«¿Cómo van a medir eso?»
Las normas ASG están siendo impulsadas por las nuevas exigencias de los inversores, que siguen queriendo beneficios y rendimientos en aumento, pero ahora los quieren exclusivamente de empresas de alto rendimiento que hagan del mundo un lugar mejor y no un lugar peor.
Si hay dos empresas con igual rentabilidad para los accionistas, pero una enferma a las personas y al planeta y la otra los mejora, los inversores elegirán esta última. Todo el movimiento ASG se basa en esa exigencia de los inversores: «No quiero esas empresas en mi cartera».
Miles de líderes de pensamiento global que se preocupan por los ASG también están impulsando el movimiento, pero en el centro está el inversor consciente.
Quieren métricas —como la ASG— que incluyan pruebas de un impacto positivo y beneficioso para el medio ambiente. Quieren nuevas estadísticas oficiales estandarizadas que incluyan el impacto de la empresa en todos los stakeholders —empleados, clientes, ciudadanos y comunidades— y en su bienestar general.
El economista Milton Friedman, ganador del Premio Nobel, es famoso por creer que la única misión de una empresa es maximizar el valor para el accionista. Esto se conoce como la Doctrina Friedman. De acuerdo con los nuevos datos de Gallup, se puede demostrar que la Doctrina Friedman ya no es suficiente, simplemente porque ha surgido una nueva visión del mundo.
Friedman no podría haber previsto el próximo impacto del cambio climático, y mucho menos una nueva preocupación por el bienestar humano.
Este es un momento histórico para el capitalismo
Hasta el momento, la métrica ASG no es un mandato del gobierno. Es un movimiento liderado por una alianza de importantes dirigentes del pensamiento y diversas instituciones, académicos así como científicos del más alto nivel, Chief Executives for Corporate Purpose, el Foro Económico Mundial, Business Roundtable y miles de investigadores comprometidos.
Las grandes empresas de contabilidad acabarán desempeñando un papel fundamental, ya que están creando nuevas normas ASG para los informes anuales. Dentro de poco, cuando se estudie un informe anual, habrá nuevas páginas con nuevos puntos de medición que irán desde la gestión de residuos hasta las medidas de diversidad y equidad, pasando por el bienestar de los empleados y la comunidad, todo ello creado a partir de infinitos conjuntos y combinaciones de datos secundarios, en su mayoría existentes.
Independientemente de su estado actual en materia de ASG, el trabajo de un director general es conseguir que su organización se dirija en la dirección correcta, no tiene que cambiar de la noche a la mañana. A los accionistas e inversores institucionales les encantará el nuevo compromiso corporativo general con la mejora continua de las personas y el planeta.
El éxito del viaje a través de la ASG requiere un compromiso extraordinario por parte de los empleados.
El compromiso desde el despacho del director general es lo más importante. Si ese propósito superior forma parte del alma de la organización se debe originar allí y en la sala de juntas. Ese compromiso del 100% se transmite al resto de la organización a través de las comunicaciones y los mensajes, pero principalmente a través de los directivos.
Se han identificado elementos que se corresponden con las normas de información medioambiental, social y de gobernanza:
1. Ambientales
«Mi organización tiene un impacto positivo en las personas y el planeta».
Los seres humanos y la tierra se superponen y son difíciles de separar porque ambos están muy interconectados. Así que los combinamos en este punto. Los empleados saben mejor que nadie si su empresa hace que el mundo sea un poco mejor o un poco peor.
2. Social
«En el trabajo, me tratan con respeto».
Resulta muy complicado separar la diversidad, la equidad y la inclusión. La solución está en tratar a cada empleado con un 100% de respeto. La falta de respeto es tóxica. El 90% de los que dicen que no son tratados con respeto afirman haber sufrido algún tipo de discriminación o acoso en el trabajo.
«Mi organización se preocupa por mi bienestar general».
En muchas empresas, sólo el 30% o menos de la plantilla se siente así. Esto está relacionado con el aumento de los problemas de salud mental de los empleados, el estrés, la ansiedad y el agotamiento.
«Hay alguien en el trabajo que fomenta mi desarrollo».
Los 1,300 millones de trabajadores a tiempo completo de todo el mundo afirman que desean desarrollarse más que cualquier otra cosa en sus trabajos. Se ha descubierto que los seres humanos realmente quieren aprender y crecer.
Sólo el 40% de la población activa mundial experimenta el desarrollo humano en el trabajo.
3. Gobernanza
«Si se planteara una preocupación por la ética y la integridad, confío en que mi empleador haría lo correcto». Los empleados siempre lo saben.
Saben cuándo hay una prevaricación generalizada y un engaño a los clientes. Saben cuándo hay una cultura de acoso sexual, discriminación e injusticia. Saben cuándo se infringen las normas y las leyes en la empresa.
Los empleados saben lo que el consejo de administración y los inversores no saben.
Por último unas recomendaciones:
- Comienza el viaje ahora.
- Comienza con lo que puede medir.
- Mantenlo simple. Evalúa primero a los empleados.
- Construye un propósito superior en torno a las personas y el planeta.