Tren Maya operará con diesel, ¿responsable?

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) han planteado el camino a seguir para las empresas, sociedad y gobierno. Este trayecto implica integrar y desarrollar iniciativas e infraestructuras que aborden diversos desafíos: erradicar la pobreza, el uso de fuentes renovables, acción por el clima, ciudades y comunidades sostenibles, entre otros.

Esto significa que cada proyecto que se planeé impulsar, debe tomar en cuenta cómo funcionará sin afectar al medio ambiente, y cuál será el beneficio que su implementación le otorgará al entorno y sobre todo al cumplimiento de los ODS.

Lamentablemente, en México, el proyecto del Tren Maya está demostrando su falta de interés en impulsar el desarrollo de ciudades y comunidades sostenibles, así como en encaminar al país al uso de fuentes renovables.

Estas decisiones nos alejan de la Agenda 2030 y la más reciente es una muestra de ello: un tren que operará con diesel.

Una innovación que operará con Diesel en pleno 2020

El Tren Maya es un proyecto federal para el transporte colectivo de pasajeros en la Península de Yucatán, que tiene por objetivo expandir la red nacional ferroviaria.

Esta obra se encuentra en desarrollo desde diciembre del 2018 y está planeada como un tren regional turístico y diurno, cuya construcción puede durar cerca de cuatro años.

Su recorrido abarcará dos líneas ferroviarias: la línea FA ya existente (Palenque-Campeche-Mérida-Valladolid), y la línea FY en construcción (Escárcega-Bacalar-Cobá-Cancún) atravesando los estados mexicanos de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Para su funcionamiento, recientemente el gobierno anunció que el Tren Maya utilizará Diesel como principal combustible.

Esta noticia ha creado polémica para los expertos ambientales, de comunicación y otros, debido a que la industria petrolera no produce ni genera suficiente combustible para cubrir la demanda de las rutas, y mucho menos para mantener bajas emisiones durante su operación.

La Secretaría de Energía (SENER), señaló que ni con el funcionamiento de la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, México, se dispondrá de suficiente diesel para abastecer las necesidades de uno de los proyectos más importantes de este gobierno, lo que implica que el tren podría operar con combustible importado.

El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), mencionó que en el análisis costo-beneficio del Tren Maya, se comparó un tren de diesel contra uno eléctrico, y este confirmó que el uso de diesel resulta más accesible que el eléctrico en términos de Costo Anual Equivalente (CAE).

El CAE de la alternativa eléctrica es 6.8% mayor a la alternativa del diesel, además de que la alternativa de tracción eléctrica requeriría de estudios detallados para asegurar la viabilidad para la conexión de los centros de carga, donde se señalan las posibles restricciones y obras que se requieren para mantener la confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional, ante el Cenace, lo cual puede generar retrasos.

FONATUR.

A pesar de que el análisis no aborda cuantos volúmenes de diesel se requieren para operar al Tren Maya 2023, aquella empresa que obtenga el contrato para suministrar dicho combustible deberá elegir entre comprar diesel a Pemex o a empresas privadas, cuyas refinerías se encuentran casi en su totalidad en Estados Unidos.

Vamos a inaugurar en 2023 el tren en los cinco tramos: Palenque, Campeche, Yucatán, Cancún, Tulum; y en 2024 los dos tramos de Tulum-Carrillo Puerto-Escárcega, los que va a terminar el Ejército’’.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

Esta decisión se tomó sin comprender que México no produce diesel suficiente para cubrir la demanda interna, sobre todo la del transporte de carga y pasaje.

¿La realidad en barriles?

La Subsecretaría de Hidrocarburos de la Sener compartió que en el 2019, el 35% de las importaciones fueron realizadas por empresas privadas y el resto de las compras de Pemex quedaron a cargo de China, Estados Unidos y Japón (65%).

Pemex reportó el primer cuatrimestre del 2020 que la producción nacional del combustible es de 113,700 barriles diarios y sólo 40% de la producción es calidad UBA. Aunque la demanda es de 216,600 barriles diarios, es decir, que existe un déficit de 102,900 barriles diarios o sólo se cubre con el 52% de lo requerido.

Se calcula que Pemex y compañías privadas importan por día 141,900 barriles, más de lo que se produce de manera interna, por lo que el porcentaje de importación podría aumentar una vez que el Tren Maya comience a operar.

Una buena idea… ¿mal implementada?

Expertos ambientales han señalado que el Tren Maya puede distribuir al turismo y ayudar a abordar la derrama económica por todo el sureste mexicano. Sin embargo, no se están tomando decisiones que involucren del todo al impacto ambiental, económico y social que se puede generar.

Para Víctor Manuel Sánchez Valdés, columnista, si este proyecto turístico se implementa de forma correcta puede beneficiar al país, sin embargo, la forma en la que está comenzando no es una buena señal y espera se rectifique el rumbo para no condenar al proyecto.

Por su parte, los internautas, también han externado su punto de vista:

Hasta ahora, las decisiones que se han tomado, como preferir el uso de combustibles como el diesel a la inversión en fuentes de energía renovables, puede tener un impacto negativo y alejarnos de un sano desarrollo, así como del cumplimiento de los ODS.

¿Qué opinas? ¿Crees que es una decisión responsable?