El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, llegó a México acompañado de su esposa Sophie Gregoire para iniciar una visita oficial que coincide con la cuarta ronda de las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
A su llegada, Justin visitó la Cruz Roja Mexicana de Polanco en donde realizó labores de ayuda al clasificar víveres para los damnificados por el sismo del pasado 19S.
— Cruz Roja Mexicana (@CruzRoja_MX) 12 de octubre de 2017
Trudeau llegó con la camisa arremangada y una despensa en los brazos y así fue recibido junto a su esposa, por el Presidente Nacional de la Cruz Roja Mexicana, Fernando Suinaga Cárdenas.
De inmediato, Trudeau se colocó un chaleco de voluntario y comenzó a armar despensas y después dio el banderazo de salida al apoyo dirigido a las localidades afectadas por los sismos. Esta visita forma parte de su visita oficial de dos días a México.
Como parte de su visita, el ministro Canadiense ingresó también al Senado de la República, y fue recibido por na comitiva de senadores, quienes entonaron los himnos nacionales de México y Canadá.
Trudeau dio un discurso que duró aproximadamente 30 minutos y fue continuamente interrumpido por aplausos de los senadores y funcionarios, entre ellos el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray y el de Economía Idelfonso Guajardo, además de una comitiva del Gobierno canadiense.
Durante la presentación, Trudeau citó a Benito Juárez y esto provocó que los legisladores y funcionarios se pudieran de pie. «El respeto al derecho ajeno es la paz», dijo en español.
También, abordó el tema del TCLAN, donde reiteró que México, Canadá y Estados Unidos siguen negociando para llegar a un acuerdo «ganar, ganar, ganar».
«De cara a la renegociación del TLCAN, Canadá, México y la economía de Estados Unidos se han beneficiado mucho durante los últimos años (…) Tenemos que proponer más para llegar a un ‘ganar, ganar, ganar’, en toda la región de América del Norte”.
Agregó en su mensaje que existe una relación amistosa con México, «hago votos porque siempre seamos amigos en bien de un mejor México, una mejor Canadá y un mejor mundo».
El reto de los gobiernos de los tres países, según Trudeau, es asegurarse que los tres países resulten beneficiados del crecimiento económico «con una visión más progresista de lo que puede ser el futuro».
Cabe mencionar que la mano de obra mexicana es la peor pagada de los 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El trabajo mexicano se paga en promedio 14.63 dólares, muy por abajo de la media, la cual es de 50.21 dólares. Los trabajadores mexicanos ganan menos que los de Chile, donde se paga en promedio 20.51 dólares, Letonia, (25. 38) y Eslovaquia 29.9, reveló el informe publicado por la OCDE.
La mano de obra barata ha sido por años uno de los atractivos que ha dado el país para la inversión extranjera.