Si hay alguna fuerza mayor que la que propulsó el triunfo de Donald Trump en la contienda presidencial, es la economía. Nadie, ni siquiera un Presidente Trump, puede detener todo el movimiento hacia la economía limpia. La razón es simple: ahora es más barato reducir las emisiones de carbono y usar energía renovable que mantener el esquema tradicional.
No me malinterpretes. Estos son momentos difíciles para muchos estadounidenses; temen por su democracia y las posibles amenazas a los derechos humanos de todo tipo. También saben que algunos problemas estructurales críticos del sistema necesitan cambiar (como el colegio electoral, los medios de comunicación basados en los beneficios y los clics, y el dinero en la política).
Pero parte de mi mecanismo de afrontamiento es centrarme en un área clave de mi trabajo y mi vida, abordando el mayor desafío del mundo, el cambio climático, construyendo una economía limpia. Y aunque creo que la elección de un denier del cambio climático en 2016 es una locura, tengo esperanza.
Sí, si Trump sigue hasta el final con lo que dijo que haría con respecto a la energía y el clima – dar gran apoyo a los combustibles fósiles en el primero, y nada o menos en el segundo – sus acciones podrían tener un impacto devastador en el progreso político mundial sobre el cambio climático. Los Estados Unidos se pueden retirar de los acuerdos de París, permitiendo al resto del mundo asumir toda la responsabilidad.
Pero incluso si eso sucede, esto no detendrá la economía limpia por dos grandes razones. Primero, otros países, incluyendo China, no van a detener sus propias inversiones en energía limpia y tecnologías. Y, en segundo lugar, tampoco lo hará la comunidad empresarial. ¿Por qué? La respuesta breve es, que es más beneficioso para los balances, la salud y el crecimiento económico seguir adelante con la economía limpia porque esta es mucho más rentable.
Para entender por qué estoy seguro sobre esta realidad económica, tenga paciencia conmigo cuando me enredo un poco. He pasado un montón de tiempo sumergiendo en análisis detallados de la economía de la energía. Los escépticos de la energía limpia dirán que son más caras que los combustibles fósiles. Eso no es cierto. Permíteme repetir – realmente eso ya no es cierto.
Los banqueros de Lazard han estado construyendo modelos de lo que cuesta construir y operar diferentes formas de energía. Su informe denso de números muestra muy claramente qué tan rápido ha caído el costo de viento y solar (60-80% en los últimos 6 años). Ahora, compare esos costos no subvencionados – sí, eso significa sin ningún incentivo gubernamental – al precio minorista de la energía en todo el país. Los proyectos más recientes de energía renovable cuestan menos que el promedio de los precios de la energía industrial y comercial en al menos 45 estados.
Debido a esta realidad económica, una gran mayoría de la nueva energía que se está poniendo en la red es ahora renovable y las grandes empresas están comprando gigavatios de energía limpia directamente para reducir sus emisiones, construir estabilidad y resistencia en su suministro de energía y ahorrar dinero.
En otras palabras, la energía renovable ya ha ganado.
En el aspecto geopolítico, otros países seguirán adelante. Hemos avanzado mucho más allá de la fase de «no, tú ve primero» de las negociaciones sobre el clima global. Ya no están esperando a los Estados Unidos, y gracias a Dios. Tomamos en cuenta a China: El país no invierte cientos de miles de millones de dólares en tecnología limpia debido a acuerdos globales como el acuerdo de París. Es al revés – llegaron a la mesa para aceptar los recortes mundiales de carbono porque quieren invertir en la economía limpia. Parte de la razón nos está mirando a todos en la cara: la gente no puede respirar en las ciudades (esto es cierto en la India, también). Necesitan una transición hacia una tecnología más limpia para su propio bienestar muy tangible, y para mantener el poder – la gente podría fácilmente rebelarse si sus hijos se ahogan. Pero lo más importante, una vez más, es más barato.
Para aquellos de nosotros que creemos que el cambio climático es una amenaza existencial, esta es una mañana difícil. Pero vamos a avanzar con o sin liderazgo a nivel nacional de E.U. Sólo unas pocas fuerzas son lo suficientemente fuertes como para combatir la ignorancia (como la negación del cambio climático), el aislamiento y el miedo. Aquellos pueden incluir una medida de ira justa, mezclada con esperanza, perdón y amor.
Pero ellos definitivamente incluyen la economía. Así que a seguir el dinero y a seguir luchando.