Las empresas con mejores prácticas de RSE en muchas ocasiones entran en el dilema de qué tan buena o mala es la idea de compartir las técnicas que les han resultado exitosas, y hacerlas públicas para que cualquier persona u organización tenga acceso a ellas.
Para responder a esta interrogante es necesario iniciar por definir qué son las mejores prácticas. De acuerdo al Instituto Mexicano de Mejores Prácticas se pueden entender como la serie de metodologías, sistemas, herramientas y técnicas implementadas, con resultados sobresalientes que han sido reconocidas.
¿Bueno o malo?
Al tener mejores prácticas, una empresa mejora y potencializa sus procesos estratégicos. El hecho de decidir hacer públicas estas prácticas beneficia tanto a la empresa como a la sociedad, y se convierte en una ventaja competitiva.
El que una empresa comparta sus técnicas, incluso desde la metodología, habla de la apertura y la transparencia que la corporación tiene, lo que impacta directamente a la reputación e imagen de la misma.
De la misma manera el alcance y el impacto social que una práctica de este tipo puede tener se amplía al compartirla, ya que da pie a que otras compañías u organizaciones repliquen el modelo beneficiando a más y haciendo crecer esta cultura de responsabilidad y funcionalidad.
El no compartir un modelo exitoso de responsabilidad social es limitar a que el mismo modelo crezca, ya que cuando se comparte se puede incluso mejorar con ideas externas o con cuestionamientos y aportes de otros organismos.
Ejemplos destacables
En el marco del Seminario Internacional de Mejores Prácticas que organiza el CEMEFI, se reconocieron este año a distintas empresas con mejores prácticas. Una de ellas y excelente ejemplo de quien comparte sus técnicas fue Cuauhtémoc Moctezuma HEINEKEN México, galardonada por su implementación de técnicas innovadoras para optimizar el consumo de agua en el proceso de producción de mosto.
Con su implementación de éxito, la marca logró reducir la merma de extracto en el proceso de filtración y por consecuencia una mayor extracción de los azúcares con una menor cantidad de agua.
Además en mejores prácticas sociales, se han premiado sus programas Consumo Inteligente y Voluntariado, así como su Estrategia de Sustentabilidad.
El ingeniero Felipe de Jesús Vizcaíno, Gerente de Elaboración de la planta de Cuauhtémoc mencionó que el beneficio del proceso de agua es múltiple, pues aporta tanto al acervo de innovación como al sistema de administración del conocimiento de HEINEKEN (One to Share). Esto significa mayores oportunidades de capacitación para quienes laboran en las más de 170 plantas en el mundo.
CEMEX es otra empresa que comparte con el público externo sus mejores prácticas, y que también fue galardonada en este encuentro por su programa SIMAC (Sistema Integral para la Atención de Contingencias y Desastres Naturales).
De acuerdo a CEMEX, con este reconocimiento, además de confirmar que la práctica contribuye a la gestión sustentable de la empresa, impacta positivamente a sus grupos de interés, contribuyendo al éxito y valor agregado del negocio de manera creativa e innovadora; e involucra la gestión social cotidiana con resultados medibles.
“Nuestro programa nace como respuesta a la necesidad por mejorar la capacidad de protección de nuestros activos más importantes, que son nuestra gente y nuestra reputación, y recuperar la capacidad y velocidad de respuesta ante eventos contingentes que puedan representan una disrupción” Afirmó Martha Herrera, Directora de Responsabilidad Social Corporativa de CEMEX.
Confirmando con esto que hay empresas comprometidas no solo al interior, sino al exterior, que buscan compartir sus modelos de éxito para que otras empresas los repliquen y mejoren sus procesos.
A tiempo de felicitar vuestro trabajo; manifiesto el interés por recibir vuestra importante información.
Atentamente,
Lindbergh