Unos días antes de confirmar los planes de venta de Twitter al multimillonario —y autodenominado «absolutista de la libertad de expresión»— Elon Musk, la red social ha anunciado medidas drásticas contra la publicidad que niega la ciencia del clima, lo que ha avivado los temores de que se reduzca la moderación de contenidos en el sitio.
De acuerdo con BusinessGreen, al dar a conocer el cambio de política, la corporación aseguró que estaba impidiendo todos los anuncios engañosos que contradicen el consenso científico sobre el cambio climático, afirmando que tal información podría socavar los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
¿Cambio de rumbo? Twitter bloquea anuncios negacionistas
Tras la decisión de bloquear todos los anuncios negacionistas, Twitter comentó que compartiría más detalles sobre cómo ayudaría a «añadir un contexto fiable y autorizado a las conversaciones sobre el clima» en los próximos meses.
Creemos que el negacionismo del clima no debería ser monetizado en Twitter, y que los anuncios engañosos no deberían desviar la atención de las conversaciones importantes sobre la crisis climática.
Este enfoque se basa en fuentes autorizadas, como los informes de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.
Twitter.
Sin embargo, esta acción —aunada a la venta prevista a Musk— ha suscitado especulaciones sobre la posibilidad de que se relajen los controles de contenido, lo que muchos comentaristas temen pueda permitir que la desinformación aumente en la plataforma.
Un comprador preocupante
Después de la aprobación del consejo de Twitter, Musk adquirió la compañía por 44,000 millones de dólares. El multimillonario empresario indicó que esta transacción estaba motivada por el deseo de dejar que la «libertad de expresión» florezca en la red.
La libertad de expresión es la base de una democracia que funciona, y Twitter es la plaza digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad.
También quiero hacer que Twitter sea mejor que nunca, con nuevas funciones, haciendo que los algoritmos sean de código abierto para aumentar la confianza, derrotando a los bots de spam y autentificando a todos los humanos.
La red tiene un enorme potencial: estoy deseando trabajar con la empresa y la comunidad de usuarios para desbloquearlo.
Elon Musk, empresario y CEO de Tesla, Inc.
Cabe señalar que Musk se ha descrito a sí mismo como un «absolutista de la libertad de expresión» y recientemente declaró que espera incluso que sus peores críticos sigan en Twitter «porque eso es lo que significa la libertad de expresión».
Sin embargo, varias personas han argumentado que el apoyo del hombre más rico del mundo a las opiniones está en contradicción con algunas de sus prácticas empresariales, ya que varios ex empleados de Tesla han denunciado que fueron obligados a firmar contratos que les prohibían hablar negativamente de la empresa.
Las redes y el clima
Por su parte, los defensores de los derechos humanos han expresado su preocupación por el hecho de que la compra de Twitter por parte de Musk pueda permitir que la incitación al odio y la desinformación se propaguen más rápidamente de lo que ya lo hacen, en especial en detrimento de los disidentes políticos y las comunidades marginadas.
Independientemente de quién sea el propietario de Twitter, la empresa tiene la responsabilidad de respetar los derechos de las personas de todo el mundo que dependen de la plataforma.
Los cambios en sus políticas, características y algoritmos, grandes y pequeños, pueden tener impactos desproporcionados y a veces devastadores, incluyendo la violencia fuera de línea.
La libertad de expresión no es un derecho absoluto, por lo que Twitter debe invertir en esfuerzos para mantener a sus usuarios más vulnerables a salvo.
Deborah Brown, investigadora de derechos digitales y defensora de Human Rights Watch.
En los últimos años, las redes sociales se han visto sometidas a una presión creciente para que endurezcan sus políticas de contenidos y redoblen sus esfuerzos para restringir la difusión de información errónea sobre el clima, que permite que prosperen los argumentos de negación y obstaculiza los trabajos para reducir las emisiones GEI.
La medida de Twitter se produce pocas semanas después de que Pinterest anunciara planes similares para bloquear toda la desinformación climática, tanto en los anuncios como en los contenidos publicados por los usuarios, mientras que Facebook y otras plataformas han introducido una serie de políticas diseñadas para frenar la distribución de información ambiental falsa.
Pero los activistas han advertido que las políticas y prácticas de moderación siguen siendo deficientes y suelen permitir la circulación de datos erróneos. Al mismo tiempo, se han quejado de que, en ocasiones, se han restringido sus publicaciones y anuncios, ya que el contenido medioambiental se ha considerado de naturaleza política.