Cerca de un billón de personas —entre ellas un 14% de las y los adolescentes del mundo— vivía con un trastorno mental en 2019, según reveló un reporte reciente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Las cifras resultan más alarmantes si se considera que las enfermedades mentales son la principal causa de discapacidad, como lo señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El Informe mundial sobre la salud mental: Transformar la salud mental para todos (2022) detalla la situación actual de esta problemática y cuáles son los desafíos que los gobiernos deben abordar en cuanto a la salud mental, que representa el estado de bienestar ideal con el que se pueden desarrollar capacidades y laborar de forma productiva.
Cabe señalar que un mal estado de salud mental se asocia a «cambios sociales rápidos, a las condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión social, a los modos de vida poco saludables, a los riesgos de violencia y mala salud física y a las violaciones de los derechos humanos», de acuerdo con la ONU.
Salud mental para el logro de los ODS
Desde 2015, la ONU incluyó a la salud mental en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), esto marcó un paso histórico porque se reconoció la carga de morbilidad de las enfermedades mentales y se priorizo a la salud mental como parte del progreso.
Sin embargo, los hallazgos del informe antes mencionado muestran que el avance en materia ha sido sombrío. A pesar del éxito en las brechas de salud y logros considerables en enfermedades infecciosas, no se ha incluido del todo al bienestar mental, aun con el impacto transversal que tiene en el cumplimiento de los ODS.
En sí misma, la salud mental es un requisito previo para la salud física y está fuertemente interrelacionada con otros factores como la pobreza, el trabajo y el crecimiento económico o la paz y la justicia. Por lo que juega un papel clave en los esfuerzos para lograr la inclusión social y la equidad, la cobertura universal de salud, el acceso a la justicia y los derechos humanos y el desarrollo económico sostenible.
Atender los problemas de salud mental
La investigación de la ONU reconoce que las enfermedades mentales son un desafío para el futuro sostenible e insta a los gobiernos, profesionales de la salud, académicos, sociedad y otros actores a apoyar en su prevención y tratamiento.
Los trastornos mentales son la principal causa de discapacidad, asimismo, refiere que las personas con problemas de salud mental graves mueren en promedio de 10 a 20 años antes que la población general, principalmente debido a enfermedades físicas prevenibles.
Pero, además las situaciones actuales como la invasión rusa a Ucrania, la crisis climática, las desigualdades sociales y la pandemia han agravado los problemas de salud mental. La ansiedad y depresión aumentaron más de 25% solo en el primer año de la pandemia.
En este sentido, la falta de una perspectiva integral del problema ha ocasionado que aún existan países donde los problemas de salud mental son estigmatizados social y culturalmente, lo que expone a quienes los padecen de sufrir abuso físico y sexual.
ONU llama a abordar salud mental así…
Finalmente, la responsabilidad de brindar servicios de salud mental abarca a diferentes sectores y actores. Si bien, el informe no espera que se aplique todo lo planteado, sí que los países puedan enfocarlo a sus necesidades específicas, por lo cual, basándose en la evidencia más reciente, la ONU destaca en el informe las mejores prácticas para lograr el cambio en la salud mental.