Ser director en una empresa no es fácil; entre otros aspectos, eres responsable de guiar y supervisar el trabajo de tu equipo, el cual debe estar suficientemente motivado para realizar sus tareas. ¿Eres tú quien los alienta para alcanzar la excelencia? ¿Qué haces para asegurarte que sean más productivos, se sientan felices y parte de la compañía?
Muchas veces confundimos el rol que tiene un jefe y pensamos que debe ser casi un dictador, pero aquellos directores que no tienen paciencia con sus empleados, no les permiten aprender y no se preocupan por ayudar a su crecimiento profesional son los que más probabilidades tienen de perder talento. Está comprobado por un estudio de la Universidad de California que los colaboradores motivados por sus jefes son un 31% más productivos y son tres veces más creativos que aquellos trabajadores desmotivados. Otro estudio del Corporate Leadership Council reveló que los empleados felices tienen un 87% menos de probabilidad de renunciar.
Si el 70% de la motivación que siente un colaborador está bajo la influencia de su jefe, de acuerdo con una investigación de Gallup, entonces es evidente que los directores tienen que dejar viejos hábitos contraproducentes.
7 conductas negativas que desmotivan a los colaboradores
1. Reglas sin sentido
No hay nada peor que las normas sin propósito. Está bien establecer horarios de llegada, comida o códigos de vestimenta, pero llevar al extremo algunas de estas reglas provoca que los empleados se sientan vigilados en una prisión de máxima seguridad, en lugar de encontrarse en un ambiente laboral amistoso. Contar las veces que va al baño o los minutos que tardó en regresar del almuerzo solo perjudican la productividad y las ganas de trabajar en la empresa.
2. No reconocer logros
¿A quién no le gusta que lo feliciten por un trabajo bien hecho? Unas cuantas palabras de reconocimiento pueden hacer la diferencia, especialmente si uno de tus colaboradores se ha destacado por ser el mejor. Así sea con una felicitación, una promoción, un bono o un aumento de sueldo (si es posible), es importante manifestar que estás contento con el trabajo de tus empleados. El no reconocer su valor en la oficina solo los desanimará y no verán cuál es el objetivo de trabajar bien si nadie lo apreciará.
3. Recompensar a quien no lo merece
¿Qué es peor que no reconocer un buen trabajo? Beneficiar a quien no lo amerita. Los colaboradores están atentos a esto y nunca verán bien que el director favorezca a la persona que menos se lo ha ganado. Igualmente, contratar a gente que no sea responsable con su trabajo crea un ambiente tenso y divide al equipo.
4. Tratar a todos igual
En la oficina esta no es una táctica que debas utilizar, ya que darles el mismo trato a todos cae en el error número 2: no reconocer logros. Si un colaborador está dando lo mejor de sí, felicítalo; si alguien solo hace acto de presencia en su escritorio, tampoco dudes en llamarle la atención.
5. Tolerar el bajo desempeño
Como mencioné en el punto anterior, no dudes en hablar con un empleado si descuida sus responsabilidades en la compañía. Ser líder no significa que no puedas reprender a un trabajador cuando no está cumpliendo con sus obligaciones, de hecho, cuando permites que un colaborador desatienda sus tareas sin consecuencias, el resto del equipo no te considerará un buen líder y pensará que no vale la pena laborar en un lugar así.
6. No cumplir con tu palabra
¿Prometiste que todos los viernes saldrían temprano, pero siempre se quedan a trabajar hasta tarde? Esto es solo un ejemplo, pero pequeños detalles como este consiguen que tus empleados pierdan la confianza en ti y se desinteresen por su trabajo. ¿Por qué debo preocuparme por entregar a tiempo mis reportes si el jefe no lo hace? ¿Por qué necesito avisar cuando tenga que irme si el director nunca me notifica que tengo que quedarme horas extra? Sé respetuoso, cumple con tu palabra y tus colaboradores no solo te lo agradecerán, sino que se comportarán de igual manera.
7. Ser apático
¿Sabías que más de la mitad de las personas renuncia porque no aguantan a su jefe? Como líder, tienes que saber equilibrar lo profesional con lo personal. No porque seas su director significa que no puedes empatizar con ellos, preocuparte cuando tienen problemas o incluso animarlos con una plática. Quienes no se interesan por el bienestar de su equipo tendrán que reemplazar constantemente a sus empleados, puesto que la mayoría preferirá irse a continuar trabajando con alguien que no lo ve como una persona, sino únicamente como un número en la plantilla laboral.
Estas actitudes son las que el portal World Economic Forum enlista como las peores. Ahora que identificaste en qué malas prácticas puedes estar cayendo, ¿qué hacer para mejorar? También existe una respuesta para eso.
7 conductas positivas para que tus colaboradores amen su trabajo
1. Olvida la regla de oro
La ley o regla de oro dice “trata a otros como te gustaría que te trataran”, pero no todos queremos lo mismo ni nos sentimos motivados igual. Hay algunos que aman estar en el centro de la atención, y hay otros que prefieren estar en un ambiente más íntimo. Como director, debes leer a las personas y entender qué es lo que busca cada uno y cómo quieren ser reconocidos.
2. Sé firme sin ser severo
Tu equipo necesita saber que podrás guiarlos y alentarlos cuando el trabajo sea complicado o demandante, no obstante, no debes confundir ser firme con ser mandón. No grites, no presiones y no quieras dominar. Si haces eso, tus empleados se darán cuenta que no confías en ellos, no te respaldarán y pensarán que no tienes las capacidades para ser su líder. Demuestra que estás consciente que ser director del equipo no quiere decir que te excluyas del grupo, al contrario, eres un integrante más, la única diferencia es que sabes cómo dirigirlos y ayudarlos para crecer profesionalmente.
3. Usa una comunicación bilateral
Comunicarte con tus trabajadores implica un diálogo, no un monólogo. Abre discusiones, escucha sus ideas y tómalas en cuenta, ofréceles retroalimentación e indícales en qué pueden mejorar o en qué han sobresalido. Con estas acciones, tus colaboradores percibirán tu carácter accesible y no dudarán en hablar contigo en caso de que tengan algún problema o quieran compartir proyectos.
4. Conviértete en un modelo a seguir
Haz lo que predicas. ¿Afirmas tener una personalidad íntegra? Manifiéstalo con hechos e inspira a tu equipo a seguir tu ejemplo. La responsabilidad social tiene mucho que ver con este punto; si una compañía se dedica exclusivamente a dar discursos “lindos” y no da evidencia de sus acciones, no despierta una admiración sincera y pierde credibilidad. Sucede lo mismo con los líderes: gánate el respeto de tus empleados.
5. Sé transparente
Hazles saber los objetivos y planes de la empresa; si se avecina una crisis, no dudes en comunicarlo a tus empleados. Mantenlos informados hasta donde sea posible y no intentes encubrir o suavizar una mala noticia, asimismo, diles lo que marcha bien dentro de la compañía y lo que podría suceder en un escenario específico.
6. No caigas en la arrogancia
Solo porque seas el director o jefe no significa que tu valor como persona sea superior. Nunca mires por debajo del hombro a tus colaboradores, ese tipo de actitud solamente convierte el ambiente de trabajo en una pesadilla. Tu posición de liderazgo no es para brindarte estatus, sino para que apoyes y guíes a tu equipo.
7. Preocúpate por el bienestar de tus colaboradores
Aunque muchas veces se hace de manera inconsciente, algunos jefes dan una carga de trabajo muy pesada a sus empleados, especialmente a aquellos que tienen un buen desempeño. Puede ser que darle más responsabilidades a un colaborador es tu forma de expresar que confías en ella o él, sin embargo, la mayorías de las veces no lo verá así y se preguntará por qué lo “castigas” con más trabajo si su productividad es buena. Tu equipo no debe sentirse exhausto al final del día; no los satures de pendientes, solo conseguirás que su desempeño se vea afectado.
Con estas tácticas, tus empleados se sentirán más felices de trabajar en la empresa, estarán motivados para mejorar su productividad y apoyarán a la compañía siempre que los necesite.
Según WiseStep, entre los 10 corporativos que cuidan a sus empleados se encuentran Google, Unisys, los hoteles Marriott, Microsoft y muchos otros que ya cuentan con políticas que velan por los intereses de sus empleados, proporcionándoles un ambiente de trabajo saludable, programas y oportunidades de crecimiento, recompensas de desempeño, y actividades recreativas. ¿Qué esperas para motivar a tus colaboradores y hacerlos sentir parte de la compañía?