Las devastadoras imágenes que han inundado los medios de comunicación y las redes sociales a lo largo de las últimas semanas, presentando al mundo el conflicto en los países de Medio Oriente, y los recientes atentados en Francia nos han recordado que aun cuando la violencia no se haga del todo presente en nuestra vida cotidiana, es un riesgo latente en un mundo en el que la paz constituye un ideal difícil de alcanzar.
De acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos de los Niños, ellos tienen derecho a la recreación en un ambiente saludable que les permita desarrollarse plenamente. Vivir en una zona de guerra no sólo dificulta su educación, sino que viola gran parte de sus derechos fundamentales, complicando incluso su acceso a servicios de salud.
La nueva campaña de UNICEF, «El mundo al revés» coincide con el llamado del gobierno de Reino Unido para proteger a los niños de la ola de violencia en los países que han entrado en conflicto y solicita medidas urgentes para mantenerlos seguros.
El mundo al revés es una nueva película de la agencia de creación de contenido de la organización con sede en Londres, y busca llamar la atención sobre la forma en que la guerra afecta la vida cotidiana de la infancia y su desarrollo pleno.
El filme muestra a una familia normal que juega en el parque en un día como cualquier otro, pero a medida que los niños avanzan en su entretenimiento y giran, su mundo se vuelca con ellos para revelar una visión de lo que su vida pudo ser si vivieran en otro lugar del mundo.
El lanzamiento del filme esta semana incluirá material adicional de UNICEF para dar a conocer un contexto general sobre la guerra, el tráfico de niños en Nepal y las dificultades que enfrentan los refugiados en Serbia y Macedonia y buscará subrayar que las oscuras historias que aparecen en la cinta reflejan experiencias reales de niños que viven en los países en conflicto.