La Responsabilidad Social Empresarial ha comenzado a tomar un nuevo giro en cuanto a la forma de entenderla y operarla, situación que eventualmente puede significar la aparición en el horizonte de un nuevo tipo de empresario y de empresa.
Esta afirmación que puede sonar tal vez exagerada para algunos, surge de algo que mencionó a principios del actual mes de octubre Michael Porter en una conferencia que dio en la Universidad de Monterrey, específicamente en una parte de su exposición señaló que: “Hay muchas necesidades que no están siendo cubiertas por nadie, y en esto las empresas están mejor posicionadas que cualquier otro sector para ayudar, debido a que tienen los recursos y las cadenas de logística”.
A lo anterior agregó además que las empresas tienen que pensar cuáles problemas sociales pueden impactar a través de su negocio, no como un agregado del departamento de responsabilidad social o la fundación, sino por medio del negocio mismo, rematando esto con la siguiente frase: “Atacarlos como capitalistas y no como donadores”.
Creo que estamos empezando a escuchar frases y conceptos que todavía hace algunos años podrían parecer impensables o en el mejor de los casos como una quimera de un “sueño de verano”, ya que el mismo Porter expresó; “Empresas que producen beneficios sociales y a la vez hacen negocio”.
Beneficios sociales y negocios, son términos que tal vez ni el mismo Carlos Marx pensó que fueran juntos, y siempre han sido manejados inclusive como polos opuestos que se rechazan. Dejando lo social a la donación y a la filantropía, y el negocio a quienes buscan la ganancia o utilidad por sí misma y para sí mismo.
El que Michael Porter de la Universidad de Harvard hablé en estos términos, creo que dice mucho de lo que seguramente se habla en los corredores académicos de esa y otras importantes universidades, y de lo que también comparten e intercambian con las empresas con las que tienen relaciones.
Y posiblemente lo más importante en el contexto mencionado, es que se mencione lo anterior dentro de las aulas con las generaciones actuales de estudiantes; jóvenes que para ellos será algo “normal” el considerar a la empresa no como la entidad autista y codiciosa que busca solamente las utilidades para sí misma, sino que es copartícipe y promotora en la solución de los problemas sociales de su comunidad, región o su país.
Pensando que se puede hacer negocio apoyando a la sociedad en general o una parte de ella.
La educación y formación de los futuros empresarios con este modelo de pensamiento, seguramente tendrá un impacto en la forma como operen y se tomen decisiones dentro de cada organización, y cambiará muy posiblemente también como vea el personal a la propia empresa, logrando con ello un mayor compromiso, ya que se podrá percibir que está involucrada en la sociedad en que vive; lo que considero es uno de los principales propósitos de la responsabilidad social empresarial.
Seguiremos platicando …
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Antonio Rey Tamayo Neyra
Dedicado al periodismo de investigación desde 1987 especializado en temas socioeconómicos. Desde 1991 colabora en el periódico El Financiero como Coordinador Editorial y Redactor de Proyectos Especiales, además de colaborar en otros medios. Desde el 2002 involucrado en la Responsabilidad Social, escribiendo y realizando proyectos editoriales de este tema, y además documentando las actividades de las empresas (tipo caso)
También es profesor de posgrado e imparte capacitación en relacionales laborales.
Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico Autónomo de México; su preparación profesional posterior incluye un Diplomado en Responsabilidad Social en el Tecnológico de Monterrey, y un Curso del mismo tema en la Universidad Abierta de Cataluña. Actualmente estudia la Maestría en Sociedad de la Información y el Conocimiento en la Universidad Abierta de Cataluña.