Cuando se separó de su esposa, Jordan Menzel se encontró solo y con una hija pequeña; decidió que no quería comprar otra casa, ni pagar rentas exorbitantes por un departamento. Lo único que él deseaba era encontrar un hogar de nuevo, y un remolque Airstream de 1976 resultó ser justo lo que estaba buscando.
En ese momento no imaginó que su historia sería contada en varios medios, Tree Hugger entre ellos. “Muchas cosas en mi vida se desmoronaron. Mi habilidad para ser optimista acerca de lo que podía hacer y de lo que podía lograr que sucediera, estaba destrozada. Entonces supe que necesitaba un proyecto“ comentó Jordan para HouzzTV.
Este RV («vehículo recreativo» en inglés) llegó como caído del cielo, lo compró por menos de 4 mil dólares y se dispuso a hacer varias mejoras que no afectaran demasiado sus ahorros y que le permitieran adecuar el remolque eficientemente. “Esto en verdad me ayudó a recordar que todavía soy una persona creativa a pesar de los desafíos” dijo.
Aunque el exterior del remolque estaba en perfectas condiciones, el interior era otro asunto. Todos los muebles y la decoración eran exactamente iguales que en los años setenta: alfombras afelpadas, paredes, sillones y mesas de color crema o café, los muebles eran laminados, casi sin personalidad. Jordan se armó de paciencia y cambió totalmente el interior del RV para darle vida y color a su nueva casa, incluso la volvió sustentable en algunos aspectos, por ejemplo, cambió el excusado por un inodoro de compostaje que no necesita agua ni consume energía.
La plomería también fue un reto, sobre todo porque las RV tienen problemas de seguridad en sus tuberías de gas. Con ayuda de un especialista en este tipo de remolques, Jordan pudo resolver el tema del gas de una manera segura y eficiente.
El espacio del RV es reducido, por lo que necesitó de todo su ingenio para armar estantes que se ajustaran a su presupuesto y le permitieran acomodar sus pertenencias de manera práctica. “El concepto de las casas pequeñas me atrae. Te obliga a eliminar cosas innecesarias y a usar el espacio para comunicarte personalmente” confesó a Houzz.
Cada rincón y espacio es completamente aprovechado por Jordan; la despensa también aloja el refrigerador, adecuó lo que era el sillón principal para convertirlo en antecomedor, mesa de café y en una cama. El encontrar tantos propósitos para todas las partes del remolque también lo llevó a deshacerse de mucha ropa y otras cosas que consideró innecesarias para que todo cupiera a la perfección. “Es la mejor decisión que he tomado. Funciona para mí y para mi hija y estoy muy cómodo con la situación en este momento”, declaró el joven padre.
Terminar de reconstruir el remolque le tomó tres meses de invierno, un tiempo que afirma se convirtió en un proceso simbólico que le permitió renovarse a sí mismo y redescubrir lo que en verdad quería: una vida sencilla y feliz.