Una casa ecológica

Es común que cuando se nos pregunta si estamos a favor de que las empresas realicen acciones en pro de la ecología, contestemos que sí. Es normal incluso que les exijamos productos más verdes y que nos disgustemos con aquellas que no demuestren comportamientos sustentables; sin embargo vale la pena preguntarse ¿No acaso el buen juez comienza por su casa?

La pregunta no sobra, ya que como ciudadanos, además de los repetidos tips verdes que nos mencionan una y otra vez respecto de ahorro de agua y energía, hay algunas acciones que quizás demandan un poco más de nosotros pero cuyo impacto pudiera ser enorme en el medio ambiente.

¿Alguna vez pensó instalar un sistema de recuperación de lluvia? ¿Cambiar su inodoro por uno seco? ¿Comprar un calentador solar?

¿Sabía usted que los precios de algunas de estas instalaciones no son tan onerosos como podría parecer? Los focos ahorradores, por ejemplo, oscilan entre $40 y $80. Una regadera perlizadora para ahorrar agua en la ducha, no excede los $350; un mingitorio seco cuesta $3,000… lo que significa apenas un poco más que los normales; un sistema de recuperación de lluvia ronda los $6,000 y un calentador de agua, mismo que puede ahorrarle hasta 80% del gas, cuesta $7,000

Como vemos, las inversiones no son excesivas y pueden redundar en grandes ahorros a mediano plazo, eso sin dejar de lado obviamente la ayuda al medio ambiente.

¿Por qué no empezar a trabajar en una casa ecológica? Una que produce y utiliza sus propios recursos para su funcionamiento. Para darse una idea de las opciones que existen, puede abrir nuestra infografía… no dudamos que las inquietudes verdes comenzarán a florecer.