Cree Ballah es una joven empleada de una tienda Zara en Toronto que se vio envuelta en una controversia al levantar la voz cuando los gerentes de su lugar de trabajo le pidieron que cambiara su peinado, el cuál consistía en unas boxer braids.
La joven relató que primero se acercó un empleado a decirle que se deshiciera las trenzas, y al hacer caso omiso, se acercaron dos encargados de la sucursal y la sacaron de la tienda para decirle: “No queremos ofenderte, pero buscamos una apariencia profesional y limpia en Zara, y ese peinado que llevas no es nada Zara”; pero eso no es todo, la joven se sintió humillada porque en ese mismo momento ellos le “arreglaron” el peinado frente a toda la gente que pasaba por ahí.
Después del mal momento, Cree se dirigió al departamento de Recursos Humanos de la empresa e impuso una queja, asegurando que su pelo es así debido a su raza y que es complicado encontrar formas de controlarlo, y ese suceso no sólo es una cuestión de pulcritud, más bien es un ataque discriminatorio a su etnia.
Zara respondió de inmediato a la situación y aseguró que es una empresa diversa y multicultural que no tolera ninguna forma de discriminación, y que no existen políticas que establezca cómo deben ir peinados los empleados.
Fuente: ELLE