Por: Antonio Tamayo Neyra
El acercarse a sus grupos de interés e incluir la responsabilidad social en el core business de la empresa, son algunos de los aspectos esenciales que los expertos aconsejan a las empresas en los momentos actuales de crisis económica, y por consiguiente de una incertidumbre mayor a la del pasado reciente.
Estas propuestas consideran a la empresa desde una diferente perspectiva, reevaluarla, como siempre debió haber sido, una institución social que tiene como objetivo final a la sociedad, teniendo como medio las ganancias económicas.
Y no se trata de una visión filantrópica, beneficencia o caridad pública, sino de una óptica en la cual la empresa es un instrumento social que está destinada a buscar el bienestar a través de la actividad económica.
Específicamente, en lo que a sus grupos de interés se refiere, ¿cuál es la forma como se relaciona con sus empleados? ¿Los sigue considerando como recurso humano, similar a la forma como administra el resto de sus recursos productivos? o bien como ahora se viene definiendo, capital humano, que como tal, agrega valor económico a la empresa por medio de sus capacidades y conocimientos.
En la actual situación de crisis unas preguntas son: ¿existe alguna forma de diálogo con su personal en cuanto a lo que se requiere hacer para mantener la supervivencia de la empresa? O bien ¿qué compromisos está haciendo la empresa con su personal para salir lo mejor librados posibles de la actual crisis?
Tal ves para alguien las preguntas planteadas puedan parecer utópicas o ingenuas, pero su propósito es el considerar la existencia de un diálogo entre la gerencia general y el personal, y que dicha gerencia esté conciente del vital papel que tiene ese personal para la operación de la misma empresa.
Está ampliamente demostrado que el clima laboral es un aspecto clave que se refleja en la productividad, y por consiguiente en los estados financieros.
Viendo hacia el exterior de la empresa, cómo es su relación con sus proveedores: ¿los considera socios? ¿qué tanto apoyan a la empresa en precios, descuentos, plazos de pagos? Tal vez sea necesario redefinir la relación existente.
Y en cuanto al llamado core business, ¿qué tanto se considera el producto o servicio que se elabora como una aportación a la sociedad? El concepto de negocio no está reñido con la responsabilidad social.
Y algo relacionado con lo anterior es la percepción de corto y largo plazo; una verdadera empresa no es algo solamente para el futuro inmediato, sino para tener una existencia larga y duradera, y que requiere del apoyo de su personal, de sus proveedores para generar algo que sea en beneficio de la sociedad.
En resumen, la empresa no es una entidad autista, y la crisis está demostrando que requiere del apoyo social en sus diferentes vertientes para salir adelante, y en la medida que haya más empresas habrá la posibilidad de generar mayor riqueza económica y por consiguiente un mayor y mejor bienestar.
Seguiremos platicando …
Blog: http://atamayon.blogspot.com/
Antonio Rey Tamayo Neyra
Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, y actualmente estudiando la Maestría en Sociedad de la Información y el Conocimiento en la Universidad Abierta de Cataluña. Dedicado al periodismo de investigación desde 1987 especializado en temas socioeconómicos. En los pasados 19 años hasta la fecha, colaborando en el periódico El Financiero como Coordinador Editorial y Redactor de Proyectos Especiales, además de haber escritor para otros medios durante este mismo tiempo. Adicionalmente se ha dedicado también a la consultoría y capacitación en relacionales laborales desde hace 18 años, trabajando para diferentes empresas en todo México. De siete años a la fecha, involucrado en el tema de Responsabilidad Social, realizando varios proyectos editoriales, y estudiado un diplomado al respecto coordinado por el Tecnológico de Monterrey, Cemex y el Banco Mundial, y un curso del mismo tema en la Universidad Abierta de Cataluña.