En todo el mundo, las personas dicen apoyar firmemente la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, pero muchos aún creen que los varones deben tener preferencia cuando se trata de buenos empleos, educación superior o, incluso en algunos casos, el simple derecho a trabajar fuera del hogar, de acuerdo con un sondeo aplicado en 22 países.
En naciones donde la igualdad de derechos ya es obligatoria, las mujeres parecen estar obstaculizadas por una falta de progreso real, arrojó el sondeo.
«Las mujeres en Estados Unidos y Europa están cargando simultáneamente con grandes responsabilidades en casa y en el trabajo, y esto resulta en estrés y una baja calidad de vida», apuntó Herminia Ibarra, coautora del Reporte Corporativo 2010 sobre la Brecha de Géneros, publicado por el Foro Económico Mundial.
La encuesta, realizada en abril y mayo por el Proyecto de Actitudes Globales del Centro de Investigación Pew, en asociación con el rotativo International Herald Tribune, muestra que tanto en los países en desarrollo como en las naciones ricas, existe una brecha pronunciada entre la creencia en la igualdad de los sexos y cómo se traduce eso a la realidad.
La opinión de los franceses, en particular, es emblemática del impulso irregular por alcanzar la igualdad de géneros.
El 100 por ciento de las mujeres francesas y el 99 por ciento de los varones franceses respaldaron la idea de los derechos iguales. Sin embargo, un 75 por ciento también dijo que los hombres tenían una vida mejor, por mucho el porcentaje más alto en cualquiera de los países donde se aplicó el sondeo.
¿Por qué la gente en Francia siente que está tan lejos de alcanzar la igualdad de géneros?
«Porque lo están, por lo menos en términos de participación económica», apuntó Ibarra, quien imparte cátedra en Insead, escuela internacional de administración de empresas, con sede en Fontainebleau, Francia.
«Aún hay muy pocas mujeres que dirigen organizaciones grandes, y la cultura empresarial sigue siendo resueltamente un club varonil».
De hecho, muchos más hombres estadounidenses y alemanes creen que sus países han hecho la cantidad adecuada de cambios en favor de las mujeres, mientras que muchas más mujeres que hombres en esas naciones creen que se requieren más acciones.
«Cuando estás dentro del club, no ves es el problema», explicó Jacqui True, experta en relaciones entre géneros y profesora titular en la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda.
Los gigantes emergentes de China e India, junto con Indonesia y Jordania, fueron los otros cuatro países donde una mayoría de los defensores de los derechos humanos cree que ya se ha llevado a cabo la mayor parte de los ajustes necesarios para establecer la igualdad.
En entrevistas telefónicas y en persona, el Centro Pew descubrió que, para una extensa mayoría, la igualdad de género era una meta para hombres y mujeres por igual.
En 13 de los países, más del 90 por ciento de los encuestados señaló que apoyaba la igualdad de derechos; en los demás países, salvo Egipto, Jordania, Kenia, Indonesia y Nigeria, más del 75 por ciento apoyó la igualdad de géneros.
Sólo en Paquistán, Egipto y Jordania menos del 80 por ciento de los encuestados respondió que las mujeres debían trabajar fuera del hogar. Aún en esos países, una mayoría dijo que apoyaba el derecho a trabajar de las mujeres.
Y en Gran Bretaña y Japón, aún más varones que mujeres apoyaban la igualdad de derechos.
Sin embargo, pocas naciones consideran que se ha alcanzado la igualdad. Solamente en México (56 por ciento), Indonesia (55 por ciento) y Rusia (52 por ciento), la mayoría de los sondeados indicó que las mujeres y los hombres han alcanzado una calidad de vida comparable.
En Polonia, en contraste, una mayoría (el 55 por ciento) dijoque los hombres disfrutaban de una mejor vida.
Y en India, España y Nigeria, del 40 al 49 por ciento dijo que los hombres retenían la mejor calidad de vida. El 75 por ciento de Francia encabezó la lista.
Sólo fue en Corea del Sur (49 por ciento) y Japón (47 por ciento) donde más personas afirmaron que a las mujeres les va mejor que a los hombres, o que son iguales.
Por lo menos la mitad de los encuestados en India, Paquistán y Egipto señaló que una educación universitaria es más importante para un niño varón; en China, Japón, Jordania, Polonia y Nigeria, esa cifra es de por lo menos una tercera parte.
En algunos lugares en los que se favorece la educación de los niños varones, las mujeres tenían opiniones que diferían mucho de las de los hombres.
En Egipto, por ejemplo, un sólido 60 por ciento de los hombres respondió que los niños varones tenían más derecho a la educación superior, mientras que también un 60 por ciento de las mujeres discrepó. La brecha de géneros fue similar en Jordania y Paquistán.
«Muchas familias son demasiado pobres como para enviar a todos sus hijos a la escuela», afirmó Ibarra.
Igualmente, una base sólida en varios países contestó que los varones tenían más derecho a un empleo que las mujeres. Más del 50 por ciento en 10 de las 22 naciones, dijo que cuando escasean los empleos, deberían ser para los hombres.
En India, Paquistán, Egipto, Indonesia y China, esta creencia era más generalizada, mientras que los encuestados en Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Alemania y Francia discreparon de forma más categórica.
Sin embargo, la creencia de que los hombres no deben tener ventaja no se traduce en una realidad económica en muchos de esos mismos países.
En Francia, Alemania, Polonia e India, por lo menos el 80 por ciento de los sondeados dijo que los hombres aún reciben más oportunidades que las mujeres para obtener empleos bien remunerados, aún cuando las mujeres están igual de preparadas.
Lo que puede ser aún más sorprendente es que los encuestados no tuvieron una opinión unánime de que los hombres obtuvieran los mejores empleos.
True aseveró que, por lo común, transcurrían dos generaciones antes de que la realidad se pusiera al corriente con el cambio de actitudes.
«En muchos de estos países, estamos entrando a la siguiente fase», indicó. «Vamos a ver mucha más frustración con la inequidad de géneros antes de alcanzar un cambio institucional en los países en desarrollo».
Nobles Ideales, Dura Realidad
Una base sólida en varios países dijo que los varones tenían más derecho a un empleo que las mujeres en tiempos difíciles.
Cuando escasean empleos ¿deben varones tener más derecho a uno?
Reforma – The New York Times, p. 1-2