Por: Mario Amador
La principal función de la empresa consiste en crear valor y generar beneficios para sus propietarios y accionistas; y además también puede contribuir al bienestar de la sociedad. Una visión de futuro radica en que cada vez exista un mayor número de empresarios que estén convencidos de que el éxito económico no depende únicamente de una estrategia de aumento de los beneficios, sino de la protección del medio ambiente y el fomento de la responsabilidad social, incluidos los intereses de los consumidores.
Los aspectos ecológicos del desarrollo sustentable han generado discusiones en el ámbito de las empresas y diversas herramientas y enfoques se han elaborado para demostrar que estas pueden adoptar medidas favorables para la aplicación de una empresa que trabaje siendo ambientalmente responsable, como los programas de eco eficiencia, producción limpia, química verde, diseño para el ambiente, etc.
Actualmente han sido pocas las empresas que han reconocido su responsabilidad ambiental, no como respuesta a los requerimientos exigidos por normas jurídicas e imposiciones gubernamentales, sino del convencimiento de que la sensibilidad empresarial hacia el medio ambiente supone beneficios directos que, en general, optimizan su competitividad, además de generar ahorros y obtener un reconocimiento en la sociedad. Los beneficios que puede obtener una empresa gracias a su mayor sensibilización ambiental son:
1. Reducción de los costos ambientales y, por tanto, de los costos generales de las empresas: la gestión y la optimización adecuada de los recursos naturales y de otros, reduce los consumos de energía, agua, materias primas, la generación de residuos, etc.
2. Permite acceder a mercados más exigentes y restringidos por razones ambientales, diferenciándose con respecto a sus competidores; y aumentando la actividad de empresa.
3. Favorece nuevas oportunidades y actividades empresariales, mejorando ambientalmente los productos propios, acudiendo a la producción o reutilización de otros materiales, o accediendo al mercado y a líneas de crédito específicas.
4. Mejora la imagen general de la empresa y su credibilidad frente a clientes, consumidores, competidores, gobiernos y opinión pública.
5. Permite introducir mejoras técnicas y de funcionamiento en la propia empresa, facilitando la actividad empresarial y el acceso a ciertos contratos (tanto para empresas públicas como privadas)
Se pueden seguir enumerando todos los beneficios que obtendría una organización, pero sería una ejercicio en vano, debido a que lo más importante ahora es cambiar un paradigma en la mentalidad de los empresarios en México, donde se considere el medio ambiente como un factor de productividad y no solo como una exigencia que no agrega ningún valor a la operación. Si tienes algún comentario puedes escríbeme [email protected]
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