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¿Una sola causa?

Por Emilio Guerra Díaz

Me consulta una persona del sureste del país si es conveniente que una fundación empresarial trabaje sólo una causa social. Para argumentar su interrogante me comparte que como directivo de una nueva fundación que se vislumbra crear, le han asignado la tarea de preparar el terreno para estimar si conviene o no a su corporativo crear una asociación de esta naturaleza.

En el camino que esta persona ha andado, me señala que ha revisado bibliografía y ha participado en uno que otro curso para el fortalecimiento de organizaciones civiles. En su extenso correo me indica que ha ganado claridad en que la futura fundación no debe distraer recursos, dispersarlos llevándolos a varias causas y distintos beneficiarios.

No obstante que en este espacio hemos compartido distintas recomendaciones para iniciar fundaciones desde la empresa, de inmediato podemos señalar que no es lo mismo trabajar para una sola causa que focalizar una temática y comprender las distintas variables para construir una propuesta o modelo de intervención. Expliquémonos.

El trabajo inicia desde definir el propósito para qué crear una fundación en la empresa, máxime si ya se tienen otros dos pilares: Un programa de Responsabilidad Social Corporativa y uno de voluntariado. Si éste es el caso, subsiste la interrogante sobre cómo se relacionará el equipo de trabajo pues, como ya ha sucedido en algunas firmas importantes, se abre la puerta para una guerra interna entre colaboradores con el fin de ganar el liderazgo de estas actividades.

De tal suerte, sobre esta experiencia se puede contar una breve historia de una empresa cuyo nombre no se hace importante indicar, sino poner atención al relato. Los miembros de un equipo al que le habían asignado ir como avanzada de la RSC del corporativo, cuando sus directivos le señalaron la posibilidad de pasar a un nuevo escalón donde estuvieran unidos todos estos recursos bajo una Coordinación de Responsabilidad Social Empresarial que aglutinara al voluntariado y a la fundación, en lugar de proponer acciones se dedicaron a generar distintos rumores como: Difundir en “radio pasillo” que cierto personal ponía en riesgo los reconocimientos obtenidos por la empresa y de seguir así se podría poner en riesgo su renovación. Los directivos validaron los rumores, tomaron como verdad la óptica de un lado y sobrevino el desenlace que les retrasó por lo menos en dos años en consolidar el área, pidiendo apoyo de una consultoría.

Pero si otra es la situación, donde el corporativo por ejemplo no cuenta ni con voluntariado organizado ni con programa de RSC y se quiere iniciar una fundación, es importante recordar que en este espacio hemos señalado que se trata de crear una unidad de negocio que está al servicio de varios públicos o partes involucradas: Primero, las propias necesidades de la empresa, luego la comunidad de clientes con la que está estrechamente vinculada y los proveedores, autoridades públicas y líderes comunitarios, etc.

No se debe olvidar que también hay que considerar la buena voluntad de los miembros del consejo de administración que buscan perfilar ayudas desde la fundación para aquellas necesidades que les conmueven, se identifican o estiman más importantes.

De ahí que pasamos a la siguiente etapa: Definir los alcances, es decir, aclarar los “para qué”. Es en esta parte donde aflora la lógica y se revela que la empresa no sólo tiene una necesidad en la comunidad, sino varias necesidades con todos aquellos que forman parte de su comunidad y hay que elegir la temática, las variables de una problemática que se desea atender. Aunado a lo anterior, el ejercicio de determinar la misión de una fundación empresarial ve hacia afuera pero también pone atención hacia dentro de la empresa.

Siempre hemos dicho que el modelo de fundación empresarial es muy noble por ofrecer distintas posibilidades, entre ellas diseñar un traje a la medida, pero se vislumbran algunos temas que parecen ser constantes y empiezan a estar presentes con mayor frecuencia en el quehacer fundacional y se vuelven necesidades que atender, por ejemplo: Medio ambiente, porque toda empresa impacta en él; voluntariado y promoción de ciudadanía, pues se busca que los colaboradores tengan mayor intervención en los intereses públicos; protección civil, pues ninguna corporación está ajena en sufrir una eventualidad o ver a su comunidad involucrada en un desastre; y por supuesto las actividades que son iniciativa de los directivos y colaboradores.

Así por ejemplo, contamos con la Fundación CMR que apoya a los comedores Santa María, pero esta actividad no es su única razón de ser, porque en torno al propósito de ayudar a esa asociación (los “para qué” en este caso equivale a garantizar la operación de los comedores), se tocan otros puntos necesarios para el negocio de restaurantes del corporativo CMR que dan vida a aquella institución. Tan sólo por citar algunos temas: La nutrición, el combate a la obesidad, garantía del suministro de alimentos, aceptación del público por la comida rápida, etc.

Por lo anterior, podemos ver que en esta etapa “definición de alcances”, el trabajo más importante para el nacimiento de la fundación es determinar la temática general, luego analizar las causas y las consecuentes derivaciones del problema. Entonces comprendemos que no se elige una sola causa, sino una temática principal. A continuación vendrá el ejercicio de focalizar, entendiendo a esta práctica como acotar y seleccionar aquellos determinantes que se desean cambiar de la problemática de la temática general; se jerarquizan y eliminan aquellos factores que para nuestros fines empresariales son muy lejanos o prácticamente no se pueden tener control total.

Por ejemplo, la temática de la educación y la selección de población a atender. Algunas fundaciones deciden dar becas para universitarios o alumnos de posgrado con el fin de que no exista una fuga de talentos y regresen a México luego de sus estudios. Otras instituciones establecen que en nuestro país no todos los alumnos cuentan con los mismos recursos, por ejemplo informáticos, y estiman que la educación para niños de formación primaria tiene que dotarles de aulas de medios, equipos de cómputo con acceso a internet y la posibilidad de contar con profesores que orienten a los pequeños sobre el uso de la tecnología. Por ello nació el programa UNETE, Unión de Empresarios por la Tecnología Educativa, que son ejemplo en la disminución de la brecha del analfabetismo informático entre escuelas privadas y públicas tanto urbanas como rurales.

En el caso de otorgamiento de becas a universitarios, la Fundación Beca, por ejemplo, eligió una temática donde existen varias determinantes que inciden en la problemática que se quiere cambiar. Se presentan ante cualquier elección varias aristas que enfrentar, pues no es sólo el otorgamiento del financiamiento para estudios lo que resuelve la adversidad que se visualizó cuando inició el trabajo de la fundación. Por ello están pendientes de la calidad educativa, del papel del educando, de la infraestructura de las escuelas, colegios y universidades; de sus planes de estudios y de la oferta educativa; de la posibilidad de hacer de los becarios de hoy, donantes del día de mañana, etc.

Desde el Consejo Directivo

El Presidente del Consejo Directivo recordó que este jueves 21 de marzo la Universidad Iberoamericana Torreón en colaboración con la Red ESR Laguna, estarán ofreciendo el Taller “Cómo Construir un Programa de Voluntariado Profesional”, el cual está dirigido tanto a fundaciones empresariales como a Coordinadores de Programas de RSC de empresas de la región que desean desarrollar un programa. Se verá la necesidad de construir una estructura, asumir las responsabilidades administrativas y operativas; conocer para qué sirve y sobre todo, desarrollar ideas que le sean útiles para crear su propio modelo. Para mayor información contacte a Saúl Ramos Aranda al correo [email protected]


Emilio Guerra Díaz

Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.

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