El evento de nombramiento se realizó en el marco del XX aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño
En un evento que marca el inicio de la conmemoración del XX aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, la cantautora Julieta Venegas, fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF en México.
De esta forma, Julieta Venegas se une al grupo de Embajadores de UNICEF, conformado por celebridades de todo el mundo, que desde hace más de medio siglo y sin recibir honorarios, hacen uso de su reconocimiento público para atraer la atención hacia las necesidades de los niños y lograr el respeto y cumplimiento de todos sus derechos.
Julieta comenzó a estudiar música desde los ocho años y a lo largo de su carrera musical ha logrado proyectarse al plano internacional, siendo merecedora de múltiples nominaciones y reconocimientos importantes, entre los que se pueden destacar tres premios Grammy y seis premios MTV.
Su designación como Embajadora de UNICEF refleja el compromiso que ha mostrado participando en varias iniciativas de UNICEF en México. En 2007, Julieta Venegas apoyó, junto a otras personalidades, en la campaña “Regalos de Corazón”, orientada a movilizar a la opinión pública entorno de los derechos de la infancia.
En 2008 y 2009 participó en visitas de campo, tanto a la frontera norte como a la frontera sur, para conocer y difundir la realidad que viven los niños y niñas migrantes no acompañados y el trabajo que se lleva a cabo para protegerles.
Durante la ceremonia de nombramiento, Susana Sottoli, Representante de UNICEF en México, expresó que Julieta es “Una persona que ya ha demostrado en numerosas oportunidades su compromiso con las causas de la justicia y de los derechos humanos así como su genuino interés y compromiso con los derechos de la infancia y la adolescencia en particular, apoyando diversas iniciativas de movilización de UNICEF; viajando a terreno, en fin acompañando de cerca nuestra labor”.
Por su parte, César Costa, el primer Embajador de UNICEF en México, manifestó que es un gusto saber que UNICEF y todos los niños, niñas y adolescentes van a poder contar con Julieta como Embajadora de Buena Voluntad. “Estoy seguro que con tu apoyo sus voces serán más escuchadas. Gracias por unirte a esta causa y muchas felicidades”, añadió.
“Para mi es un gran honor haber sido nombrada Embajadora de UNICEF y poder ser parte de tan valiosa labor. Me parece que lo que UNICEF logra es muy importante y me da mucha emoción formar parte de este esfuerzo, desde mi modesta contribución”, expresó Julieta Venegas, al asumir la responsabilidad de Embajadora de Buena Voluntad.
El público asistente al evento estuvo conformado en su mayoría por jóvenes involucrados en actividades que UNICEF apoya para promover la inclusión y la participación de los adolescentes.
Julieta Venegas se une al trabajo que viene realizando en México César Costa como Embajador de UNICEF desde hace cinco años para difundir la situación de la niñez y la adolescencia en el país y promover el cumplimiento de sus derechos. Ambos comparten un mismo compromiso: mejorar la calidad de vida de la niñez y adolescencia en México.
El nombramiento de Julieta Venegas como Embajadora de UNICEF en México se enmarca en las actividades de conmemoración del XX aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño. Esta Convención es la primera ley internacional que ha sido firmada por casi todos los países del mundo, en donde se establecen los derechos de la niñez y la adolescencia.
México ratificó la Convención en 1990, y desde entonces ha avanzado de manera importante en la protección de los derechos de la niñez: la educación primaria ya es casi universal, la mortalidad infantil se ha reducido de manera importante, al igual que la desnutrición.
También se ha ido adoptando un marco legal conforme a los principios establecidos en la Convención, entre otros avances.
Sin embargo a pesar de que la Convención ha sido ampliamente aceptada, todavía hay un largo camino para garantizar todos los derechos para todos los niños, niñas y adolescentes.
Todavía un gran número de ellos no tienen sus derechos cumplidos y esto significa que en muchos casos vivan en condiciones de pobreza, sin cuidados adecuados, sin protección jurídica, sin acceso a la educación y a la salud y afectados por situaciones de violencia y explotación.
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