La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) instaron hoy a los gobiernos a reforzar las medidas de reducción de riesgos para que los sistemas sanitario y educativo puedan afrontar los desastres.
Los organismos de la ONU pidieron que las escuelas y los hospitales se construyan aplicando estándares de resistencia, y que se inspeccionen los ya existentes para evaluar si son seguros.
Aconsejaron que esas instituciones implementen programas de preparación para situaciones de desastre, y que se escuchen las inquietudes de las comunidades y se les apoye con capacitación.
Se estima que los niños son los más afectados por los desastres. En los últimos años muchos de ellos perdieron la vida en derrumbes de escuelas, y los que sobrevivieron sufrieron efectos psicológicos que limitaron sus oportunidades de desarrollo.