El poliestireno expandido (EPS), también conocido como unicel fue inventado en los años 50´s, y se utiliza habitualmente para empaquetar la comida rápida, en la fabricación de vasos y platos desechables, en la protección de aparatos electrónicos y en el transporte de medicamentos. Sin embargo, se trata de un producto que además de ser económico, genera grandes beneficios para la sociedad.
De acuerdo con el programa nacional para el aprovechamiento sustentable de energía 2009-2012 realizado por el Gobierno del Distrito Federal, el sector doméstico constituyó el 16% del consumo energético. Las estufas, calentadores de agua, refrigeradores y equipos de aire acondicionado representan un 70% del consumo del sector residencial. El 23% del consumo eléctrico total en una vivienda mexicana es ocasionado por equipos que logran mantener la temperatura confortable al interior.
En la actualidad, la tendencia moderna está cambiando los antiguos patrones para la construcción de la viviendas. Elementos rígidos y pesados ahora son remplazados por los que son sencillos y que están disponibles como el EPS, elemento que se caracteriza primordialmente por su enorme capacidad como aislante térmico y acústico, facilidad de manejo, de corte, alta resistencia mecánica, resiste a fuertes impactos y se utiliza en las placas de construcción para zonas pantanosas o para los subsuelos de los campos de golf, pero sobre todo es 100% reciclable.
Se estima que el consumo nacional de EPS es de 125,000 toneladas anuales, de las cuales el 24% son para la fabricación de productos desechables; el 76% restante se divide en el sector de la construcción, embalaje, y sector agrícola.
Por ejemplo, en los países de clima templado y tropical existe la preferencia de construir bajo medidas eficientes de aislamiento térmico, ya que el gasto energético para el acondicionamiento de edificios en las temporadas cálidas puede ser equivalente o aún mayor que el gasto energético para la calefacción en invierno. Al momento de la colocación del material, se adaptan perfectamente a los requerimientos de la obra y, por ser un material de poco peso facilita su ejecución, reduce la mano de obra y se obtiene un mayor rendimiento.
La Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ) comprobó es su estudio “Huellas de carbono de placas aislante de Poliestireno Expandido”[1] que al instalar placas aislantes de EPS en viviendas, la huella de carbono se redujo a un 75% y el ahorro en el consumo de viviendas es igual a la electricidad necesaria para abastecer de alumbrado público a toda la zona del zócalo de la ciudad de México durante un año. De igual forma, el ahorro en el consumo de eléctrico de una vivienda con placas de EPS es 26% mayor, que el de una vivienda promedio en un clima templado o semifrío al año.
Por ello, al desarrollar viviendas que cuenten con un material como el unicel, y que es 100% reciclable, establece en forma directa y pro activa el camino hacia el desarrollo sustentable ambiental y proceso que busca la equidad y una mejor calidad de vida con la protección del ambiente.
Comunicado de Prensa
