Hoy en día, algo es evidente: Para mitigar, contrarrestar y sanar muchas de las problemáticas mundiales, se requiere que el sector privado se vincule con las instancias internacionales, gobiernos y comunidades, para desarrollar juntos soluciones. Solo así se pueden enfrentar los desafíos del presente, que, de no resolverse, serán las dolencias del futuro. Entendiendo la necesidad de un esfuerzo articulado, varias asociaciones e iniciativas han incursionado en organizar las acciones para que más actores se incluyan en ser agentes de cambio.
Es así que nace Pacto Mundial, una propuesta bajo el resguardo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuya intención es (o era) realizar un llamado a que empresas e industrias integraran a sus operaciones una serie de «principios universales relacionados con los derechos humanos, el trabajo, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción», lo anterior con la intención de beneficiar tanto a la sociedad como al sector privado.
Sin embargo, tras 22 años, más de 15 mil corporaciones —que lograron saber cómo unirse a Pacto Mundial— y 70 redes locales, parece que este está cambiando algunos de sus requisitos claves, y que en el caso de nuestro país, incluye una modificación de tarifas para las empresas que se adhieran, lo que podría estar transformando la finalidad de este esfuerzo.
Los 10 Principios del Pacto Mundial
Conocida también como Pacto Global, esta propuesta ha buscado que las corporaciones impliquen dentro de sus prácticas, aspectos de sostenibilidad y responsabilidad corporativa, por medio del cumplimiento de los siguiente 10 principios:
- Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos declarados internacionalmente.
- Asegurarse de no ser partícipes de vulneraciones hacia los derechos humanos.
- Defender la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva.
- Defender la eliminación de todas las formas de trabajo forzado u obligatorio.
- Defender la abolición efectiva de la mano de obra infantil.
- Defender la eliminación de la discriminación con respecto al empleo y la ocupación.
- Apoyar un planteamiento preventivo con respecto a los desafíos ambientales.
- Llevar a cabo iniciativas para fomentar una mayor responsabilidad ambiental.
- Promover el desarrollo y la difusión de tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
- Trabajar contra la corrupción en todas sus formas, como la extorsión y el soborno.
Para unirse al Pacto Mundial, las empresas debían hacer un ejercicio de compromiso con los puntos anteriores y, a través de ello, poner énfasis en aportar al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, generando un avance en la Agenda 2030.
Esta labor debía ser de forma voluntaria y constaba de dos maneras de integrarse: una como signatario, es decir solo como firmante, o como participante, donde se brindaban algunos beneficios para mejorar el desempeño sustentable.
Además de las herramientas, existía una diferencia clave: los costos. Si bien estos variaban dependiendo de la cantidad de ingresos facturados, algunas compañías podían unirse a Pacto Mundial únicamente como firmantes, con una cuota anual de la mitad a comparación de lo que destinaban «los participantes».
Recientemente, esto cambió según se está comunicando a CEOs y directivos, pues existen modificaciones en las aportaciones y en la forma de unirse a Pacto Mundial. Entre los cambios más destacados se encuentra que desaparece el título de signatario, por lo que las empresas que quieran permanecer dentro del Pacto, deberán ser participantes y pagar las tarifas establecidas dependiendo su tamaño o ingresos:
«Lo anterior se resume de la siguiente manera: Anteriormente, al existir la figura de signatarios, una empresa con una facturación menor de 25 MDD pagaba una cuota de 250 USD, sin embargo, actualmente, sin dichas figuras, las compañías pasarán a ser participantes, por lo que el precio de serlo será de 450 USD. Esto podría provocar que muchas reconsideren su pertenencia y participación».
La propuesta de valor de Pacto Mundial
Cabe señalar, que de acuerdo con la organización, en Pacto Mundial México las empresas tienen la oportunidad de comprometerse y ser una empresa PARTICIPANTE, un nivel que les permitirá recibir una aportación de valor nacional e internacional basada en tres ejes claves de actuación:
- APRENDIZAJE – Se contribuye a la optimización de los resultados empresariales a través del aprendizaje continuo y el progreso en materia de sostenibilidad empresarial.
- VISIBILIDAD – Se potencian las acciones de la empresa relacionadas con la sostenibilidad de manera eficiente y directa.
- NETWORKING – Se disfruta de una red de contactos multistakeholder capaz de generar sinergias que aporten un valor añadido a tu entidad.
Además, se promete acceder a formación exclusiva en temáticas clave en sostenibilidad, mejorar la transparencia y comunicación con los grupos de interés, realizar el Informe de Progreso/Memoria de sostenibilidad para renovar el compromiso con la iniciativa, mantenerse informado de las novedades a nivel nacional e internacional y asistir a encuentros con los líderes de la sostenibilidad empresarial, entre otros beneficios.
De acuerdo con Pacto Mundial, estos son sus 10 beneficios:
- Formar parte de la mayor iniciativa mundial de sostenibilidad empresarial promovida por las Naciones Unidas.
- Mostrar el compromiso de tu organización con valores y principios éticos universales y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Pertenecer a una comunidad de líderes empresariales que incentiva la innovación y promueve las alianzas público-privadas en favor del desarrollo sostenible.
- Interactuar con los principales agentes de cambio generando valor compartido para tu entorno y tu negocio.
- Aprender de los mejores a través del diálogo y el benchmarking de buenas prácticas.
- Fortalecer tus relaciones con clientes, empleados, proveedores y otros grupos de interés a través de networking.
- Aumentar la visibilidad de tu organización y el impacto de tus acciones con la marca de Naciones Unidas como elemento diferenciador.
- Proporcionar una formación de calidad en temáticas actuales clave para que tu organización maximice el compromiso de sus colaboradores con los objetivos marcados.
- Optimizar tus resultados empresariales a través de la mejora continua y el progreso.
- Alinear tu estrategia empresarial con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y jugar un papel decisivo en la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
¿Cómo unirse a Pacto Mundial?: Negocio o compromiso
Cada vez son más las demandas que las comunidades y el entorno tienen hacia las empresas, pues quieren ver en estas una labor que ayude a subsanar los impactos que sus actividades producen, por lo que al incorporarse a certificaciones o iniciativas que tengan como fin trazar un camino de sostenibilidad, se tornan atractivas para las corporaciones que están tomando en cuenta factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG).
Desde Expok, hemos participado desde hace años e incluso fuimos fundadores de la Red en México y participantes del Consejo, porque creemos en impulsar la responsabilidad social.
En este sentido, algo que caracteriza a la implementación de Responsabilidad Corporativa es su voluntariedad, es decir, que las industrias ejercen estas soluciones gracias a una decisión de conciencia.
Si bien el Pacto Mundial ha representado durante mucho tiempo una manera de constatar que sus firmantes están trabajando en ello, lo cierto es que el incremento de tarifas y modificaciones de figuras podría ser más que un reajuste a la realidad, ya que es evidente que las aportaciones generan miles de dólares.
Con la unificación de niveles dentro del Pacto Mundial, como lo señala el comunicado, las compañías podrán acceder a herramientas y beneficios para impulsarlas en su trayecto sostenible, sin embargo, al ya no contar con una cuota simbólica, es probable que muchas decidan retirarse de las pretensiones por cumplir los principios, y aminoren el impacto positivo que se había generado.
La sustentabilidad y su precio
Sin duda, cada vez son más las empresas responsables que están implementando estrategias de sustentabilidad, dado que han comprendido que su papel como agentes de cambio, del mismo modo, saben que los inversores están vigilando las acciones que produzcan más valor. Hace tiempo apostar por la sustentabilidad en un negocio habría significado una reducción de capital y una inversión sin retorno, pero esta visión se ha transformado, gracias a la presión de los stakeholders y la nueva visión ESG.
Debido a esto, muchas compañías buscan pertenecer a iniciativas que avalen ante otros sus capacidades sustentables o que las guíen a conseguir su metas, por ello, muchas buscaron cómo unirse a Pacto Mundial o están por considerarlo. Pero al cambiar las cantidades de aportación y las condiciones, la inquietud de por qué es necesario esto surge, y es que de signatarios a participantes existe casi el doble de recurso, como lo demuestra esta tabla.
Ciertamente, todas las instancias requieren financiar sus actividades, ya sean certificadores o iniciativas, pero al hacerlo, tienen la responsabilidad de explicar con claridad el por qué lo hacen, así como de entender que tras una crisis global como lo fue la pandemia, muchas empresas están recuperándose y esto podría ocasionar que gran cantidad de ellas se alejen de sus intenciones responsables.
De modo que la gran reflexión es… es fácil subir precios, lo difícil es subir valor… ¿se hará?