A lo largo del año conocimos jóvenes estudiantes que desde su campo de acción realizan acciones en favor del ambiente. Tal es el caso de Susana Ninio, Diego Martínez o Ixchel Anaya. Sin embargo, estos emprendedores coinciden en que muchas de estas ideas se quedan en lo meramente anecdótico debido a la falta de interés empresarial para invertir en ellas con miras a producirlas a gran escala y comercializarlas.
Atrapa nieblas a la caza de un capital
Basado en un prototipo ya existente en otros países, como Chile, pero no implementado en México, Susana Ninio adaptó un panel de malla de polietileno donde se queda atrapada la niebla, se condensa y luego escurre hacia las tuberías de PVC que conducen el agua hacia unos garrafones cubiertos capaces de resistir a la intemperie.
El dispositivo puede contener de 6 a 22 litros de agua, dependiendo de la cantidad de neblina, y es suficiente para proveer a una casa diariamente. Si se instalan en serie, incluso podría proveer del líquido a parcelas completas.
“Definitivamente en las ciudades no sería muy apto, por la falta de neblina, pero sí en zonas desérticas que presenten neblina hasta 250 días al año”, aseguró la joven de 23 años.
Susana confía en que su prototipo, con el que ganó el concurso Imagina PVC de la ANIQ, pueda ser replicado a gran escala. “Me voy a acercar a empresarios para ver qué posibilidades hay de que lo promuevan y se aplique en algunas comunidades mexicanas que lo necesitan”, agregó la estudiante de la Universidad Anáhuac.
Smarttank, un dispositivo inteligente para el hogar
Ante la creciente demanda de casas de interés social y con el objetivo de impulsar las viviendas ecológicas en México, Diego Martínez desarrolló el Smarttank, un sistema de ahorro que disminuye el consumo de agua y energía en los hogares en aproximadamente 1,700 pesos mensuales.
“Se estima que del 2011 al 2015 la construcción de viviendas crecerá 10%, por lo que diseñé este prototipo para las casas verdes y en pro del medio ambiente”, dijo entrevistada por El Economista.
El Smarttank, con el que Diego obtuvo también un reconocimiento en el concurso organizado por la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), consiste en un termo-tanque de almacenamiento de agua, un colector solar y un recolector de agua hecho con base en PVC, que contiene hasta 1,100 litros de líquido disponibles para cuatro o cinco personas y reduce hasta 50% la emisión de gases de efecto invernaderos y el consumo de energía. Su costo aproximado sería de 20,000 a 25,000 pesos, pero “es una excelente inversión porque al año, año y medio se recupera lo invertido”, aseguró el joven, estudiante de séptimo semestre en la Universidad Anáhuac.
Diego adelantó que comenzará a promover su proyecto entre constructoras del país, como Casas GEO o ARA, pues considera que es un negocio viable y rentable que puede llevarse a gran escala. “Tengo confianza en que muestren interés”, dijo.
Contra la cultura de los desechables
Ixchel Anaya es una joven multifacética. A sus 24 años es estudiante, emprendedora, esposa y mamá. Su incursión en el mercado de los pañales fue lo que la llevó a crear Ecopipo, una línea ecológica de estos indispensables artículos, la cual cuenta con una tecnología textil que los hace fáciles de lavar además de que son adaptables a diferentes tallas.
De acuerdo con sus cifras, cada bebé usa 6,000 pañales en sus primeros tres años de vida, lo que equivale a 3 toneladas de basura. A eso se debe sumar el gasto de 25,000 a 30,000 pesos por esta cantidad de pañales.
¿Cuál es la alternativa? Para ella es olvidarse de los desechables. En igual lapso un bebé usará alrededor de 15 pañales de tela.
Su línea de productos le valió a la joven originaria de Irapuato el primer lugar del Premio al Estudiante Emprendedor, dotado de 250,000 pesos, y representar a México en los Global Student Entrepreneur Awards, un certamen en el que participan jóvenes emprendedores de todo el mundo.
Fuente: Eleconomista.com.mx
Por: Diana Salado.
Publicada: 26 de diciembre de 2011.
