México tiene la tasa de pobreza infantil más alta entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), casi a la par que Israel y Turquía. Uno de cada cuatro niños vive en hogares pobres (25.8 por ciento), el doble del promedio que reportan los 34 socios de ese organismo, calculado en 12.7 por ciento.
En el país, el gasto público orientado a atender las necesidades de la primera infancia roza 39 mil 600 pesos anuales por infante, monto que equivale a 14 por ciento de los 274 mil 700 pesos que, en promedio, son gastados en las naciones de la OCDE.
Así lo documenta el organismo en un informe sobre el bienestar en los hogares, al que tituló: Haciendo lo mejor para las familias. En el texto puntualiza que para reducir los riesgos de la pobreza y movilizar el empleo femenino resulta clave que México fortalezca las políticas públicas para mejorar la situación tanto de las mujeres como de los menores, sobre todo para aprovechar que la mayoría de la población está en edad laboral.
Frente a tal situación de pobreza infantil, el gobierno mexicano destina menos de uno por ciento del producto interno bruto (PIB) para apoyar a las familias con niños, y en particular el gasto público para la primera infancia es siete veces menor que el promedio del organismo mundial.
Aquí se erogan 39 mil 600 pesos por niño y la tasa de cuidado infantil para los menores de tres años –que mide el acceso de esta población a estancias infantiles y educación prescolar– es considerablemente baja, pues sólo llega a 6 por ciento, mientras el gasto medio de la OCDE asciende a 274 mil 700 pesos y una tasa de 31 por ciento en cuidado infantil.
Según los resultados del Censo de Población y Vivienda de 2010, 29.3 por ciento de la población tiene menos de 14 años, que equivale a 32 millones 914 mil menores de edad. Si se toma en cuenta también a los adolescentes de 15 a 19 años, la cifra se eleva a 38.8 por ciento o 43 millones 648 mil mexicanos, prácticamente cuatro de cada diez.
Así que si la cuarta parte de los niños mexicanos viven en pobreza, según la OCDE, la pobreza afecta a 8.2 millones de menores si sólo se toma a los que tienen entre cero y 14 años, o bien hasta 10.9 millones si se incluye a quienes llegan hasta los 19 años.
La accesibilidad a cuidados de alta calidad es esencial para facilitar el empleo parental, indica el informe, al tiempo que advierte que los roles de género constituyen una barrera a las oportunidades económicas de México y de sus mujeres.
Las licencias parentales y por motivos familiares son limitadas en México. La licencia por maternidad, aunque pagada al cien por ciento del último salario, dura 12 semanas en total y cubre solamente a las mujeres con empleo formal. No existe otra forma de licencia parental, inclusive para los padres, señala.
El informe indica que aunque ha crecido el empleo femenino y en México representa 40 por ciento del total, es de los más bajos y se ubica sólo después de Turquía, mientras en la OCDE el promedio de la fuerza laboral femenil es de 60 por ciento. Además, las diferencias de género en el trabajo remunerado y no remunerado en México se ubican entre las mayores porque las mexicanas realizan cuatro horas más de trabajo no remunerado, contra 2.30 horas del promedio de la organización.
La OCDE reconoce que la pobreza está creciendo en los hogares con niños de casi todos los países que la integran, de manera dramática en sólo una generación y más que en décadas anteriores, cuando los más pobres de la sociedad eran los pensionados.
José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, alertó que si no se protege a los más vulnerables se generarán altos y prolongados costos sociales para las futuras generaciones.
La paradoja de esta creciente pobreza en los hogares con niños es que las tasas de fertilidad han caído al grado de que el promedio por mujer es de 1.7 hijos en lugar de los 2.2 de hace tres décadas; además, las familias tienden a ser más pequeñas, muy poca gente se casa, la tasa de divorcio es alta, y aumenta el nivel educativo de las mujeres.
Para incentivar que la mayoría de la población mexicana ingrese al mercado de trabajo, el país debe apoyar a las familias ofreciendo mayores recursos destinados al cuidado infantil, y mejorar las oportunidades de empleo, planteó el organismo.
Fuente: La Jornada.unam.mx
Reportero: Susana González.
Publicada: 28 de abril 2011.