De acuerdo con Edie, una encuesta, realizada a más de 700 líderes empresariales en Europa, América del Norte, América del Sur, África y Asia, encontró que la mayoría cree que sus organizaciones no cumplirán sus objetivos climáticos sin un mayor apoyo de las legislaciones y autoridades.
La transición a un mundo de cero emisiones netas es uno de los mayores desafíos que ha enfrentado la humanidad, ya que requiere nada menos que de una transformación completa de cómo producimos, consumimos y nos movemos. No obstante, si bien existe una creciente coalición de ciudades y empresas que se han comprometido reducir y eliminar gradualmente sus emisiones, hay una urgencia de regulación hacia cero neto.
¿Qué es el cero neto?
En pocas palabras, cero neto significa reducir las emisiones de gases de efecto invernadero lo más cerca posible de cero, con las emisiones restantes reabsorbidas de la atmósfera, por ejemplo, por los océanos y los bosques.
La ciencia muestra que para evitar los peores impactos del cambio climático y preservar un planeta habitable, el aumento de la temperatura global debe limitarse a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales, un trabajo que necesita estar respaldado por acciones inmediatas, siendo la industria clave en este proceso.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) refiere que, a pesar de que el crecimiento de las promesas ha ido acompañado de una proliferación de criterios con distintos niveles de solidez para desarrollar estándares más sólidos y claros —por parte de entidades no estatales como empresas, inversores, ciudades y regiones, y acelerar su implementación— aún estamos lejos de lograr el cero neto.
Urge regulación hacia el cero neto
De acuerdo con la encuesta antes mencionada, efectuada por solicitud del Instituto para el Liderazgo en Sostenibilidad (CISL) de la Universidad de Cambridge, alcanzar los objetivos de cero neto requiere de una regulación en las políticas gubernamentales, particularmente en términos de lograr una transición energética rápida y justa.
Las respuestas de directores ejecutivos y otros líderes senior en el Reino Unido, Alemania, EE. UU., Brasil, Japón, India y Sudáfrica mostrarón que siete de cada diez lideres empresariales han establecido un objetivo de cero neto respaldado por un plan para lograrlo. Todas las empresas representadas tenían 250 o más empleados, y la mitad tenía 1,000 o más.
Sin embargo, ocho de cada diez de las y los encuestados dijeron que las políticas gubernamentales son necesarias para los esfuerzos nacionales y globales de mitigación y adaptación climática. En todas las áreas geográficas, el 70% indicó que la regulación hacia cero neto es indispensable para que su negocio cumpla con sus propios compromisos climáticos.
Este sentimiento fue particularmente fuerte en el Reino Unido, con más del 80% de las y los participantes afirmando que se necesitan políticas y regulaciones gubernamentales, particularmente en términos de lograr una transición energética rápida y justa. Mientras que menos creen que los negocios por sí solos pueden generar el cambio necesario, independientemente del entorno normativo y regulatorio.
Aspectos clave para llegar al cero neto
Los hallazgos también revelan que el acceso a la financiación es una preocupación clave para las compañías. Casi la mitad (48%) considera que aún no tiene la inversión necesaria para lograr sus ambiciones de cero emisiones netas; además 43% indicó que no tiene claro hasta cierto punto las posibles opciones de financiación disponibles.
Lo anterior sugiere que los esquemas de incentivos del gobierno son quizás difíciles de navegar y que el Reino Unido podría hacer más para mover los sistemas financieros. A raíz de la investigación, CISL ha declarado que el país necesita invertir £40 mil millones anuales en infraestructura y £33 mil millones en otros lugares para cumplir con su Sexto Presupuesto de Carbono —un informe que brinda a los ministros asesoramiento sobre el volumen de gases de efecto invernadero (GEI) que se puede emitir durante el periodo 2023-2037—.
Por su parte, la directora de políticas del Leaders Group UK (CLG UK), Beverly Cornaby, ha señalado que los hallazgos muestran que el UK Plc —un término informal dado para el desempeño colectivo de la economía del Reino Unido— en su conjunto quiere que la nueva primera ministra, Liz Truss, «reenfoque y vuelva a priorizar», combinando las respuestas a la crisis climática y la de los precios de la energía al mismo nivel.
«Las empresas del Reino Unido tienen grandes ambiciones en lo que respecta al cero neto y muchas están lidiando con la necesidad urgente de implementar sus estrategias y planes de acción».
Beverly Cornaby, directora de políticas del Leaders Group UK.
Asimismo, el análisis destaca cómo las empresas en el Reino Unido pueden ver los beneficios potenciales de un entorno regulatorio más fuerte y direccional para impulsar respuestas comerciales individuales y de toda la economía a la crisis climática.
De hecho, 116 corporaciones e instituciones financieras firmaron una carta abierta a la actual ministra de Reino Unido instándola a garantizar que su gobierno desarrolle e implemente planes “robustos” de cero emisiones netas que también contribuyan a la mejora social y económica. El documento fue coordinado por CLG UK y sus signatarios representan colectivamente £1,8 billones de capitalización de mercado y más de 425,000 miembros del personal.
¿Qué avances hay a nivel mundial en la descarbonización?
Si bien llegar a cero neto requiere que todos los gobiernos y, sobre todo, los mayores emisores fortalezcan significativamente sus contribuciones determinadas a nivel nacional, por lo que el objetivo del estudio es instar a las naciones a revisar y fortalecer los objetivos climáticos a fin de lograr mantener la temperatura global por debajo de a 1.5 °C, como establece el Acuerdo de París.
Al respecto, la consultora PwC publicó recientemente la última edición de su índice Net-Zero Economy, que rastrea las tasas de descarbonización a nivel mundial, país por país. Las conclusiones son realmente preocupantes.
Ninguna nación del G20 —el principal foro intergubernamental de coordinación económica y financiera internacional— se está descarbonizando lo suficientemente rápido como para alcanzar el cero neto a mediados de siglo.
Al presentar recomendaciones para cambiar esta tendencia, PwC declaró: “El aumento de los precios de la energía y las amenazas al suministro han creado una carrera hacia los combustibles fósiles en el corto plazo; pero podría fortalecer el caso de la inversión en capacidad de energía renovable a largo plazo”.
“Del mismo modo, el caso financiero para la eficiencia energética se ha fortalecido, especialmente en sectores de alto consumo de energía y difíciles de reducir. Las empresas buscarán formas de consumir menos, mientras usan la energía de manera más efectiva, lo que indica un posible punto de inflexión en nuestra forma de pensar sobre la energía”.
PwC.
Ante este casi inminente desastre, una regulación hacia cero neto implementada en este momento podría ayudarnos a dar una respuesta al futuro catastrófico.
