La humanidad ha puesto a la tierra en un punto crítico al provocar cambios a los ecosistemas y la biodiversidad a un ritmo muy acelerado, modificaciones que debe revertir a igual velocidad, urgió el especialista Carlos Nobre.
El especialista de Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INEP) indicó que muestra de estas acciones negativas es que la humanidad emite cada hora cuatro millones de toneladas de dióxido de carbono, periodo en el que destruye mil 500 hectáreas de bosques tropicales.
Desde su punto de vista, «estamos hipotecando el planeta a unas tasas impresionantemente muy altas», ello al provocar estos cambios al entorno natural mundial, y de continuar así, «a la larga posiblemente genere un medio ambiente inhabitable».
En entrevista con Notimex en reciente visita a esta ciudad, el especialista sudamericano reconoció que en la actualidad, los países industrializados han logrado un elevado índice de desarrollo humano.
Sin embargo, estableció, esto ha sido a un alto costo en cuanto a emisiones contaminantes, ejemplo que lamentablemente siguen muchas naciones emergentes.
De acuerdo con Nobre, otro ejemplo de los efectos negativos del hombre por mejorar sus economías sin una visión de sustentabilidad es la destrucción de los hábitats, lo que provoca que cada hora se extingan tres especies de plantas o animales.
Esto, abundó, a un ritmo mil veces más rápido con respecto a como este proceso se ha dado de manera natural en el planeta.
«No nos olvidemos, dijo, de otros puntos críticos a escala global, como el deshielo del Artico y Groelandia, la acidificación de los océanos, y el blanqueamiento del coral, fenómenos que tendrán grandes impactos en el clima, la economía y la seguridad alimentaria.
En nuestro continente, añadió, estos cambios ya son evidentes en regiones como las Amazonas, donde la deforestación causada por la tala o el cambio de uso de suelo modificando la selva tropical y que lentamente cede espacio al ecosistema de sabana.
Este, señaló, es un cambio que se desarrolla a un ritmo de entre 10 mil y 30 mil hectáreas de selvas perdidas cada año.
Pese al panorama poco alentador, Nobre indicó que aun se está a tiempo de lograr una estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero y reducir los efectos negativos del cambio climático.
Para ello, será indispensable que los países con economías emergentes puedan elevar su Indice de desarrollo humano sin que tengan una fuerte alza en los impactos ambientales que genera el desarrollo.
Un modelo, opinó, del que se puede aprender es Cuba, nación que ha logrado un buen desarrollo humano con un bajo nivel de emisiones contaminantes.
La humanidad se encuentra en punto crítico en la historia de la Tierra; de no asumir nuestra responsabilidad muy probablemente se llegará a un punto en que nuestra generación tenga que pedir perdón a sus hijos por no lograr la sustentabilidad ambiental, concluyó.
Fuente: El Universal