Cada año se generan en México 805 mil 202 toneladas de vehículos que llegaron al final de su vida útil, sin que las autoridades ambientales conozcan cuál es su disposición final y el porcentaje de aprovechamiento como material de reciclado.
En igual situación se encuentra el confinamiento de residuos de llantas usadas, que en 2010 se calculó en un millón 11 mil 33 toneladas.
Por lo anterior, en el Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos 2012 se recomienda implementar metodologías armonizadas para determinar las cantidades y composición de los residuos de manejo especial (RME) así como evaluar los avances en la recolección, el reciclaje o aprovechamiento.
«La gestión de los residuos de manejo especial es la que presenta mayor rezago en la integridad de las acciones realizadas, a pesar de que un gran número de empresas y organizaciones han dedicado esfuerzos importantes para fomentar el reciclaje, reuso o reincorporación de este tipo de residuos a las cadenas productivas», señala el documento elaborado por el Instituto Nacional de Ecología y el Centro Nacional de Investigación y Capacitación Ambiental.
«Un insumo indispensable para lograrlo es contar con información suficiente, accesible y confiable que refleje la situación actual de los residuos».
Según el informe, en el País se generan 84 millones de toneladas de 14 corrientes de residuos de manejo especial entre los que sobresalen los vehículos chatarra cuya composición está integrada por metales ferrosos, plásticos, vidrio, llantas, fluidos, hule, partes eléctricas, polímeros, textiles y baterías, entre otros.
No obstante, el diagnóstico plantea que el mayor problema de contaminación al ambiente lo representan los gases refrigerantes y líquidos peligrosos que pudieran emitirse durante su almacenamiento, tratamiento o aprovechamiento.
Respecto a las llantas, el documento señala que el 91 por ciento termina abandonadas o en utilización sin control; 5 por ciento se emplea para renovación y sólo 2 por ciento para generación de energía.
La fabricación de llantas en México reportada en el diagnóstico señala que el 58 por ciento corresponde a automóviles, 25 por ciento a camión ligero, 8 por ciento a camión y 9 por ciento en otras clasificaciones.
Hasta 2007, las autoridades ambientales sólo tenían registros de sitios controlados de almacenamiento de llantas en los estados de Baja California con 400 mil, Sonora con 340 mil, Chihuahua con 4 mil 500 y Tamaulipas con un almacenamiento de entre 800 y 900 mil.
Actualmente se estima que pueden existir entre 6 y 24 millones de llantas fuera del control normativo sólo en la región fronteriza.
En 2012, establece el diagnóstico, la Secretaría de Medio Ambiente de Coahuila reportó que los subproductos que se obtienen del reciclaje de llantas son 69 por ciento granulado de llanta de diferentes tamaños, 16 por ciento de fibra de nylon y 15 por ciento de acero.
Limitaciones
En sus conclusiones, el INECC y el Centro Nacional de Investigación y Capacitación Ambiental advierten que el diagnóstico de este tipo de residuos se vio limitado dado que no se ha hecho efectivo por parte de los Municipios el registro de los grandes generadores de residuos sólidos urbanos que por tal razón son considerados de manejo especial.
«Es necesario incrementar y reforzar las acciones de control y vigilancia, teniendo como referencia la trazabilidad o el mapa de los residuos peligrosos en el territorio nacional, (incluyendo los que se van a exportación), ésto para poder identificar quiénes no están cumpliendo con las disposiciones legales y aplicar medidas correctivas», expone el diagnóstico.
Los acumuladores que contienen plomo, continúa, se encuentran entre los productos que al final de su vida útil se convierten en residuos peligrosos.
Fuente: Reforma
