En una medida de Responsabilidad Social, Francia se suma a la nueva tendencia europea de propiciar el uso de vehículos que no consumen combustible y liberan el tránsito. La idea del municipio es que los parisienses puedan recorrer la ciudad en dos ruedas. Para ello, habrá puestos distribuidos en la ciudad donde se podrán alquilar bicicletas.
Habrá estaciones de bicicletas en aceras y calzadas, con postes informatizados donde a través de una tarjeta magnética se podrán liberar los vehículos. El pago se hace en cada parada, mediante una tarjeta magnética que recibe cuando saca el abono anual (37 dólares), diario (1,3 dólares) o semanal (7 dólares). La primera media hora de utilización es gratuita; la segunda y la tercera cuestan 1,4 dólares. A partir de la tercera hora, los precios aumentan gradualmente hasta llegar a 5 dólares cada 30 minutos. Las bicicletas no tienen que volver al mismo puesto donde fueron alquiladas, sino que será posible dejarlas en los distintos puntos; es decir , se trata de un servicio de transporte y no de recreo.
En una primera etapa, el municipio movilizará 10.648 bicicletas en 750 sitios de la capital. Para fin de año, el número llegará a 20.600, en 1451 puntos de distribución, es decir, uno cada 250 metros.
En este blog ya se había tocado este tema para su implementación en Barcelona.