Exentan el trámite de verificación hasta por tres semestres continuos.
Estimaciones de la UNAM señalan que para 2020 en México el CO2 generado por el sector transporte podría concentrar 39% de las emisiones de Gases de Efecto invernadero (GEI) causadas por la demanda de combustibles fósiles. Una de las medidas más efectivas para reducir su impacto es cambiar los vehículos tradicionales por aquellos que funcionan con fuentes renovables.
Estos modelos tienen un motor modificado para usar menos cantidad de gasolina -o bien, prescindir de ésta-, sustituyéndola por biocombustíbles o corriente eléctrica. Sus principales objetivos son disminuir la contaminación atmosférica y evitar el empleo de hidrocarburos. Se dividen en :
Híbridos: combinan un motor que funciona con gasolina y uno eléctrico. Usan poco combustible, aunque están diseñados para no recurrir a éste.
Eléctricos: Están dotados con baterías de ión-litio -como las de los teléfonos celulares-, por lo que no emiten CO». La carga completa de éstos se realiza en siete y ocho horas.
Ventajas
Aunque ambos son más caros, la baja en el gasto anual por concepto de compra de gasolina implica un ahorro de casi 24%. Por otro lado se verifican sólo una vez al año y pueden exentar este trámite hasta por tres semestres, gracias a la calcomanía doble cero.
Sin embargo, comparado con los apoyos gubernamentales (exenciones fiscales y/o créditos con tasas de interés preferencial) de países como Francia, España, Alemania, e incluso Estados Unidos, en México aún no falta mucho por hacer para promover la compra de este tipo de unidades.
La duda: Los biocombustibles
Esta alternativa ha contribuido a la creación de motores que gastan biodiésel, obtenido de los aceites vegetales o grasas animales reutilizadas, que a través de procesos químicos se convierten en sustitutos del diesel. También emplean biocombustibles como el etanol, derivado de la fermantación de azúcaress de maíz, caña de azúcar y betabel.
Estas opciones reducen las emisiones de CO2 hasta en 78%. No obstante, su sustentabilidad -sobre todo en el caso del etanol- es cuestionable, debido a que su fabricación y cultivo podrían disminuir la capacidad del suelo para absorber otras emisiones de GEI, principales responsables del calentamiento global.
¿Utopías?
Solares: la única diferencia entre éstos y uno eléctrico es que convierten la luz en energía, con ayuda de celdas solares. Todavía no existe el material capaz de almacenar la suficiente para que alcancen las velocidades superiores a 80 km/h.
Hidrógeno: son propulsados por dicho elemento en lugar de gasolina, aunque éste no se encuentra aislado en la naturaleza: se obtiene al aplicar una corriente eléctrica (electrólisis) al agua para separarlo del oxígeno. Cuando este combustible se quema, sólo emite vapor.
Aire: un motor que use aire comprimido parece ser otra opción viable. Existen ya varios prototipos, cuya limitante es que los tanques son muy pesados, por lo que apenas logran velocidades de 70 km/h.
Fuente: Revista Equilibrio No. 50
Publicada: Octubre de 2012
