¿Puedes leer estas letras sin usar anteojos? Si la respuesta es sí, eres muy afortunado. Alrededor de 2.5 millones de personas en el mundo viven con deficiencias visuales sin poder remediarlo debido a que no tienen acceso a los lentes necesarios para mejorar su calidad de vida.
Estos problemas se detectan comúnmente entre los 8 y los 12 años de edad y acompañan a los individuos durante toda su vida, por lo que la ausencia de tratamiento afecta su desempeño académico y más tarde también reduce su productividad afectando su crecimiento profesional.
De acuerdo con información reunida por el Foro Económico Mundial, el analfabetismo cuesta aproximadamente $1.19 trillón de dólares cada año y la economía mundial pierde $227 millones de dólares en este mismo periodo como consecuencia de las afectaciones a la productividad de los adultos que necesitan lentes. De acuerdo con una investigación, si las tendencias actuales continúan, aproximadamente la mitad de la población mundial podría presentar miopía para el año 2050. ¿No es este entonces un problema que necesitamos atender?
6 datos para convencerte
Si todavía no estás convencido de por qué habría que atender este problema, mejor mira estos seis datos que te dejarán con la boca abierta.
1. El impacto de la corrección de la visión en el aprendizaje es 10 veces mayor al que se logra con la eliminación de parásitos y tres veces mayor a la que se consigue mediante nutrición.
2. Corregir la visión de los estudiantes de primaria, en algunos casos puede mejorar su rendimiento en una medida equivalente a entre un tercio y medio año de educación adicional.
3. La evidencia sugiere que la provisión de anteojos podría estar asociada con un incremento de ganancias personales y el crecimiento del PIB.
4. La corrección de la pérdida de la visión a través de lentes resulta en un incremento de hasta 34% de la productividad en adultos.
5. Los conductores con problemas de visión corregible pueden incrementar hasta 30% el riesgo de un accidente de tránsito.
6. Entre los adultos con problemas de lectura el 74% ha fallado una o más partes del examen de la vista.
¿Cómo resolverlo en México? Caso de éxito
La forma en que las deficiencias visuales afectan el desempeño académico de los estudiantes mexicanos es de especial interés para la Secretaría de Educación, que en 1997 notó que el 12% de los niños en escuelas públicas presentaban problemas de agudeza visual y en una respuesta brillante y estratégica, invitó a líderes empresariales y organizaciones de la sociedad civil a sumar esfuerzos para atender esta situación. Así nació la Fundación Ver Bien Para Aprender Mejor
Hasta este punto, 95% de los estudiantes jamás habían tenido una revisión visual
Esta organización trabaja hombro a hombro con la Secretaría de Educación para crear programas de salud ocular en todo México, el gobierno provee soporte financiero y logístico, subsidiando el 66% de los costos operacionales para que la fundación ofrezca anteojos a los estudiantes de forma gratuita.
La intervención de la Fundación comienza con la capacitación de profesores para identificar a los estudiantes con posibles problemas de visión y hacer una prueba inicial para canalizarlos con un especialista.
Un equipo de 60 optometristas viaja por todo el país para examinar a los estudiantes en sus escuelas y generan reportes de resultados vía electrónica. Para los pequeños que requieren anteojos, la fundación pone a disposición su propia línea de armazones resistentes y fabricados de forma local.
Los anteojos son entonces enviados a la Secretaría de Educación para ser distribuidos en las diferentes escuelas y los especialistas vuelven a visitar cada campus dentro de un periodo de tres años.
A través de este programa, la fundación puede además identificar otras enfermedades oculares que necesitan tratamiento avanzado y canalizar a los pequeños a hospitales locales. Las alianzas con instituciones pediátricas también le permiten extender su alcance para ayudar a niños en etapa preescolar, es decir entre los 0 y los 6 años de edad.
En sus 17 años de historia la fundación ha realizado más de 11 millones de exámenes optométicos y ha donado más de 4.9 millones de lentes a los niños que lo necesitan a lo largo de todo el país. Tan solo durante el ciclo escolar 2014-2015, visitó más de 17 mil escuelas y benefició a casi 300 mil niños en 28 entidades federativas.
Estos resultados, convierten a Fundación Ver bien para Aprender Mejor en un ejemplo de lo que puede suceder cuando el gobierno, las empresas y el tercer sector trabajan de la mano para atender un problema social generando soluciones sostenibles en beneficio del desarrollo de sus comunidades. Así es como el programa fue reconocido por el World Economic Forum en su reciente documento Eyeglasses for Global Development: Bridging the Visual Divide.
Te dejamos una infografía del programa para compartir en tus redes sociales.