Plazas comerciales, establecimientos mercantiles, conjuntos de oficinas públicas y privadas, mercados, así como industrias serán supervisadas para verificar que generen menos de 50 kilos diarios de basura.
En caso de excederse, el generador debe pagar a la Tesorería del Distrito Federal por cada kilo de residuos adicional, de acuerdo con el Código Financiero del DF.
«Una parte fundamental de la estrategia para reducir el volumen de residuos depositado en el relleno sanitario de Bordo Poniente, es que el Instituto de Verificación garantice que los grandes productores de basura, gente que gana dinero produciendo basura, cumplan con la ley», expuso el Secretario de Obras, Fernando Aboitiz.
Según la Ley Ambiental corresponde a la Secretaría de Obras inspeccionar a los generadores de volúmenes mayores de 50 kilos, por lo que el titular de la dependencia, Fernando Aboitiz, suscribió con el Presidente del Instituto de Verificación, Meyer Klip, un convenio para que los inspectores de este órgano realicen la tarea.
Aboitiz entregó al Invea unalista con los datos de 2 mil empresas generadoras de volúmenes mayores, para que comience a verificar a partir del próximo lunes si efectivamente entregan al servicio de recolección de residuos menos de 50 kilos, pues en caso de excederse deberán pagar por cada kilo de más.
«El Invea designará a verificadores exclusivos para esta tarea, quienes a través de los transportes equipados con báscula de pesaje y herramientas para las diligencias, aplicarán la ley y detectarán a quienes pretendan declarar menor cantidad de basura de la que realmente producen», indicó Klip.
El presidente del Invea subrayó que pueden aplicarse a las empresas que manifiestan menor cantidad de basura desechada, además de multas, suspensiones.
El Secretario de Obras explicó que la intención es disminuir la cantidad de desechos generada y cobrar en caso de exceso, pues hasta ahora el gobierno recauda 15 millones de pesos anuales, una cantidad que se incrementará con las verificaciones.
«Producir una mayor cantidad de basura implica un costo social y ambiental, llevar la basura más lejos costará más, y como no es la actividad preponderante de la Secretaría de Obras verificar y clausurar lugares por producir basura de más, el Instituto nos garantiza la honestidad en este ejercicio», apuntó Aboitiz.
Expuso que como parte del compromiso del Gobierno capitalino para cerrar gradualmente Bordo Poniente, aseguró que en diciembre ya dejaron de confinarse en el relleno sanitario 600 toneladas, en particular porque la recepción de residuos orgánicos aumentó de 180 toneladas diarias en 2009 a 300 diarias, las cuales son destinadas a la planta productora de abono orgánico.
También se redujo la aceptación de residuos de municipios del oriente del Estado de México, entidad con la cual se negocia la disposición de un relleno alterno cercano al DF, disponible desde marzo próximo, para evitar que aumente el costo por el traslado de los desechos a bordo de tractocamiones.
Fuente: Reforma on line, Ciudad.
Reforma: Iván Sosa.
Publicada: 8 de diciembre de 2010.