El asenso de la primera mujer vicepresidenta de Colombia es un hito en la historia, su victoria marca un punto de inflexión en una nación llena de desigualdades sociales y gobernada por élites conservadoras.
De acuerdo con France 24, recientemente, el pueblo colombiano eligió a su primer presidente izquierdista, Gustavo Petro, y a Francia Márquez, una mujer afrocolombiana, madre soltera y ambientalista, como la segunda al mando. Esta decisión revela un nuevo rostro al mundo, donde la igualdad de género, la representación y la no violencia se abren camino en Latinoamérica.
La igualdad de género en la democracia
De acuerdo con la ONU, la igualdad de género —la cual supone que se tengan en cuenta los intereses, las necesidades y las prioridades tanto de las mujeres como de los hombres, reconociéndose la diversidad de los diferentes grupos— es una de las oportunidades de los gobiernos para afrontar algunos de los desafíos más apremiantes del mundo. Las mujeres no solo se ven afectadas por estos problemas —como la crisis económica, carencia de atención sanitaria, cambio climático y violencia de género— sino que tienen fortalezas y la capacidad de liderazgo para resolverlos.
Sin embargo, la falta de inclusión en la vida política y las decisiones merma la posibilidad de garantizar avances en la materia. En este sentido, la igualdad de género es vital para lograr el desarrollo sostenible.
Las mujeres siguen teniendo una baja representación igualitaria en la política y la economía pero, la designación de la vicepresidenta de Colombia podría estar mostrando resultados importantes. Pues en una elección que supone un cambio en la manera de llegar al poder, Márquez significa la lucha colectiva por la igualdad, el orgullo étnico y por preservar las tierras afrocolomianas.
¿Quién es la vicepresidenta de Colombia?
El viaje de Francia Márquez es una historia inspiradora. Originaria de la región suroccidental del Cauca en Colombia, a los 16 años fue obligada a trabajar embarazada en una mina de oro cerca de su casa, contratada posteriormente como empleada domestica.
Su activismo ambiental comenzó cuando tenía 15 años, al enterarse que una empresa multinacional quería lanzar un proyecto para extender una represa en el principal río de la región, el Ovejas, lo que tendría un gran impacto en la comunidad.
En 2014, después de que mineros ilegales talaran bosques, desviaran un río y arrojaran mercurio en los suministros de agua locales, la joven madre encabezó una marcha, junto con 80 mujeres de la región.
De ahí, Márquez trabajó por obtener una licenciatura en Derecho y ha realizado numerosos foros, dictado conferencias en universidades y pronunciado discursos ante figuras políticas y ONGs. Incluso recibió el prestigioso premio medioambiental Goldman.
Francia Márquez hace historia
Con una victoria apabullante de más 11.2 millones de votos, Márquez ha hecho historia junto a Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda de Colombia, quien aseguró que la transición de poder será «tranquila, reposada y calmada».
Por su parte, cuando la hoy vicepresidenta de Colombia se reunió con otras líderes negras, sus simpatizantes gritaron y vitorearon, sosteniendo pancartas caseras en alto: “Ella me representa” o “Por una vida sin violencia”, eran algunas de las consignas.
Entre sus primeros desafíos como funcionaria, Márquez dirigirá el Ministerio de la Igualdad, desde donde estará gestionado proyectos transformadores que involucren a las diversidades sexuales y de género, además de los pueblos excluidos y la juventud colombiana.
