De los 15 países con mayor población en el mundo, México es el que presentó un mayor número de muertes por diabetes y otros males que pueden relacionarse con el consumo de bebidas azucaradas en 2010.
Así lo revelan los resultados preliminares del reporte «Mortality Dueto Sugar-Sweetened Beverage Consumption: A Global, Regional and National Comparative Risk Assessment», dados a conocer por la American Heart Association.
El estudio, elaborado por investigadores de la Universidad de Salud Pública de Harvard, la Universidad de Washington y del Colegio Imperial de Salud Pública de Londres, estima que anualmente hay 180 mil muertes que pueden relacionarse con el alto consumo de este tipo de bebidas a nivel mundial.
Mientras que Japón, considerado el país con menor nivel de consumo de refrescos, jugos y bebidas azucaradas, presenta un bajo número de muertes asociadas -10 muertes por millón de adultos-, México reporta 318.
«De los 15 países más poblados, México tiene el mayor número índice de muertes por diabetes con 318 muertes por millón de adultos mayor de 20 años», indica el extracto del documento que se publicará en unos meses en una revista científica de Estados Unidos.
El estudio encabezado por el investigador Dariush Mozaffarian, desglosa las muertes por enfermedades como diabetes, males cardiovasculares y cáncer, calcula las cantidades de consumo de bebidas azucarada, por edad, así como sus efectos de obesidad y su impacto en fallecimientos por obesidad y diabetes.
Los resultados indican que a nivel mundial, los investigadores relacionaron en 2010 el consumo de bebidas azucaradas con 133 mil muertes por diabetes, 44 mil por enfermedades cardiovasculares y 6 mil por cáncer.
La Región de América Latina y el Caribe, presenta la mayor cantidad de muertes por diabetes (38 mil) relacionadas con el consumo de bebidas azucaradas en 2010.
La región de Eurasia Este/Central presenta la mayor cifra de muertes por muertes cardiovasculares (11 mil).
Según el documento, las bebidas azucaradas que son consumidas alrededor del mundo, contribuyen a un exceso de peso que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
«Porque estuvimos enfocados en las muertes por enfermedades crónicas, nuestro estudio se centró en los adultos. Estudios posteriores deberían enfocarse en el consumo de bebidas azucaradas por los niños alrededor del mundo y cómo esto afecta su salud actual y futura», señaló Gitanjali M Singh investigador de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.
Llaman a regular consumo
Políticas regulatorias que disminuyan el acceso a los refrescos, una campaña educativa y medidas fiscales, son el conjunto de medidas que inhibirán el consumo exagerado de refresco en el País, consideró el director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, Juan Rivera Dommarco.
El especialista señaló que estas medidas son urgentes debido a que el creciente consumo de refrescos está condenando niños y jóvenes a engrosar cada vez más tempranamente las filas de obesos, diabéticos e hipertensos.
«Es lamentable que desde los tres meses de vida, muchos padres empiecen a dar de beber refresco a sus hijos o endulcen exageradamente leche o líquidos lo que, sin duda, es un inadecuado hábito de crianza que mucho pesa en la salud de millones de mexicanos de todas las edades», comentó.
El especialista de la Secretaría de Salud observó que es tan acentuado ese hábito por las bebidas azucaradas, que México ocupa ya el primer lugar mundial en consumo per cápita de refrescos con 160 litros lo que ha recrudecido los problemas de sobrepeso y obesidad, sobre todo entre la población infantil de entre cinco y once años de edad.
Una familia mexicana de escasos recursos destina hasta 7.5 por ciento de sus ingresos totales para comprar refrescos, mientras que las familias de ingresos moderados gastan 12 por ciento en la adquisición de aguas y jugos embotellados, revela la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares.
«La frecuencia en el consumo de refrescos, supera, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 a alimentos básicos como la leche, huevo, carne, frutas y verduras», dijo.
Ante este escenario, llamó, el Estado debe cumplir con la obligación de orientar la alimentación de la población, a través de Guías de Alimentación, que recomienden el consumo moderado de algunos alimentos.
Acompañado además de medidas de salud pública para modificar el entorno en las escuelas por ejemplo prohibir refrescos y jugos. Un tercer elemento estimó establecer medias fiscales.
«Un impuesto al refrescos y bebidas azucaradas, para que por un lado el Estado tenga recaudación, con el fin de que puede introducir agua potable en todos lados y, segundo es que el impuesto disminuiría su consumo, aunque no lo evitaría», afirmó.
Fuente: Reforma