NUESTRA CONVICCIÓN ES QUE LA VIDA HUMANA ES UNA posesión muy especial que Dios le dio al hombre y que nadie tiene el derecho de quitarla por ninguna razón o causa, por justa que pueda ser. Tambíen estamos convencidos de que la n-violencia es un apoo si se cuenta con una causa justa y moral; proporciona la oportunidad de quedarse a la ofensiva y eso de crucial impotancia para ganar cualquier justa. Si apelamos a la violencia, una de estas dos cosas suceerá: ya sea que la violencia se incremente y entonces habrá muchos heridos e incluso muertos en ambos lados´o habrá una desmorlización total de los trabajadores.
La no-violencia tiene exactamente el efecto opuesto. Si por cada acto violento que suframos, respondemos con no-violencia, ganamos el apoyo de la gente. Podemos obtener el apoyo de millones, quienes están conscientes y preferirán ver resoluciones de no-violencia que problemas.
Estamos convencidos de que cuando la gente se enfrenta a apelaciones directas del pobre que lucha de manera no-vioelnta contra las grandes desigualdades, reacciona demanera positiva. La gente estadounidense y la gente de cualquier lugar sigue anhelando justicia. Es a ese anhelo al que apelamos.
Pero si estamos comprometidos con la no-violencia sólo como una estrategia o una táctica, entonces, si falla, nuestra única alternativa es la violencia. Por lo que debemos balancear la estrategia con una clara comprensión de o que hacemos. Pese a cuán importante sea la lucha y cuánta miseria, pobreza y explotación existan, sabemos que no pueden ser más importantes que una vida humana.
Trabajamos con la teoría que se basa en que el hombre o la mujer que realmente se presocupan por la gente no son, por naturaleza, violentos. Esta gente se vuelve iolenta cuando gran preocupación por el otro se frustra y cuando se enfrenta con lo que parecen diferencias infranqueables.
Es necesario sobreponernos a las frustraciones a las que hemos sometido a grandes masas de personas en el proceso de su propia lucha. La libertad se experimenta mejor cuando se participa y se tiene autodeterminación; los hombres y mujeres lires prefieren instintiamente cambios democrátios en lugar de cualquier otro tipo.
Por lo tanto, las demostraciones y las marchas, las huelgas y los boicots, no son sólo armas contra los empresarios de la agricultura, sino nuestro modo de evitar un sentimiento de violencia que no proporciona honor a ningunaclase o comunidad. Cuando se alcanza la victoria mediante la violencia, se trata de una victoria atada con cuerdas. Si golpeamos a los agricultores con violencia, la victoria se alcanzará con heridas o tal vez con muertes. Tal cosa tendrá un impacto tremendo en nosotros. Perderíamos el asecto de seres humanos y la lucha se convertiría en algo mecánico. Cuando se pierde el sentido de la vida y de la justicia, se pierde la fuerza.
Entre más fuerte sea la opresión, más alto será l nivel de no-violencia que se mantendrá. La violencia no funciona a largo plazo y, si es exitosa, sólo lo será de manera temporal, ya que estará remplazando una fuerza violenta de poder por otra igual de violenta. La gente sufre con la violencia. Analicemos la historia. ¿Quiénes mueren en una revolución violenta? Los pobres, los trabajadores.
La gente de la tierra es la que da sus cuerpos y no recibe realmente nada a cambio. Creemos que es un precio muy alto a pagar para no recibir nada. Aquellas que adoptan la violencia, explotan a la gente. El tipo más vicioso de opresión es llamr a la gente a tomar las armas con muchas promesas, pdirles que den sus vidas en beneficio de una causa que después no produce recompensas.
Ante todo, no vamos a hacer otra cosa por el resto de nuestras vidas que trabajar por nuestra unión. no tenemos ora opcioón y, pese a que deseamos ver pronto la victoria, podemos esperar. En este sentido, el tiempo es nuestro aliado. Hace muchos años aprendimos que el rico tiene dinero, pero el pobre tiene tiempo.
Obtenido del Libro: Arquitectos de la Paz
Publicado por: Michael Collopy, durante este año