EN AQUEL ENTONCES NO HABÍA MUCHO PARA UNA MUJER más que la docencia. Yo fui la única maestra negra (en Oakland, california) hasta 1939.
Mi padre era un genio en matemáticas y geografía y trabajó con mi hermano y conmigo para que fuéramos cultos. Tuve que ir a una escuela privada, pues la única escuela pública que aceptaba negros estaba fuera de la ciudad y se encontraba lejos de nuestros límites. Mi hermano obtuvo un trabajo en un camión repartidor de leche en una área para blancos, sin que mi madre lo supiera.
A mí, una mujer blanca me aceptó en la escuela privada y a la edad de trece años me gradué como uno de los pocos negros de la escuela.
Mis padres nos enseñaron: «Nunca sientas que ningún hombre o mujer es superior porque es blanco o blanca.»
Cuando volvíamos de la escuela en la parte norte de Vicksburg, Mississippi, los niños blancos nos sacaban de la acera y nos hacían caminar por la cuneta. Cuando mi padre se dio cuenta de eso, nos dijo: «No caminen por la cuneta. Quédense y peleen.» Atamos nuestros libros con cuerdas y nos protegíamos poniendo pasadores en los libros.
POR ALGUNA RAZÓN, LOS NIÑOS BLANCOS SIEMPRE ESTÁN motivados a recibir educación, mientas que los negros no tienen estímulo para planear ir a la universidad. Incluso hoy en día, muchos maestros no fomentan que los niños negros reciban educación o los padres no están muy familiarizados con las materias que estudian sus hijos.
Cuando era maestra, encontré consejeros que fomentaban que los niños tomaran muy generales en lugar de aquellas que los prepararían para ir a la universidad, tales como química, matemáticas, geometría y ciencias.
En general, en mi época encontré que casi todos los estudiantes son capaces de aprender. Algunos no muestran las mismas capacidades que otros, pero todos pueden aprender a leer y escribir.
Un niño se aburre porque no recibe enseñanza alguna sobre los valores y fundamentos de la educación. La mayoría de los negros con mayor educación provienen de hogares cuyos padres tienen muy poca o ninguna educación. Hoy en día, muchos estudiantes negros no sienten la necesidad de recibir educación; sin embargo, un niño negro sigue necesitando saber más que uno blanco para obtener el mismo tipo de empleo.
Todos deberían asegurarse de que el niño negro se familiarice con modelos de conducta, con los negros que han tenido éxito. Los padres son los primeros modelos; como vivan los padres, vivirán los hijos. Lo peor que pueden hacer los padres es drogarse o tomar frente a los niños. Hay que enseñar a los niños a no aceptar dinero que provenga de las drogas, sino a trabajar por lo que tienen.
Todos los negros tienen la responsabilidad de aprender tanto como sea posible y de corregir a los niños que equivoquen el camino.
Los jóvenes sufrirían sin la sabiduría de los mayores. Yo creo firmemente que los negros deben unirse para luchar contra las drogas que les llegan a su hijos; los padres deben vivir para que los hijos los respeten y los escuchen.
Obtenido del Libro: Arquitectos de la Paz
Publicado por: Michael Collopy, durante este año