EL FRUTO DEL SILENCIO ES LA ORACIÓN; EL FRUTO DE LA oración es la fe; el fruto de la fe es el amor; el fruto del amor es el servicio; el fruto del servicio es la paz.
Noha que usar bombas ni pistolas para sanar al mundo. Hay que usar el amor y la compasión. La paz comienza con una sonrisa. Sonrie cinco veces al día a alguien a quien no le desees sonreír; hazlo a favor de la paz. Vamos a irradiar la paz de Dios, a alumbrar Suluz y a extinguir el odio y el ansia de poder en el mundo y en el corazón de todo hombre.
Si hoy en día no tenemos paz, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos unos a otros, que aquel hombre, aquella muje y aquel niño, son mi hermano, mi hermana. Si cada uno pudiera ver la imagen de Dios en el vecino, ¿seguiríamos necesitando tanques y generales?
La paz y la guerra comienzan en casa. Si realmente queremos paz en el mundo, debemos empezar por amarnos unos a otros en nuestras familias; si queremos difundir la alegría.
Hoy en día, las naciones invierten mucho esfuerzo y dinero para proteger sus fronteras. Saben muy poco acerca de la pobreza y del sufrimiento que existe en los países donde viven aquellos que se encuentran a borde de la miseria. Si tan solo apoyarán a esta gente indefensa con comida, refigio y abrigo, pienso que el mundo sería un lugar más feliz.
Los peores deben saber que los amamos, que los queremos. Lo único que ellos tienen para dar es amor.
Estamos preocupados acerca de cómo transmitir al mundo este mensaje de amor y de compansión. Estamos tratando de dar paz al mundo mediante nuestro trabajo, ya que el trabajo es el regalo de Dios.
Obtenido del Libro: Arquitectos de la Paz
Publicado por: Michael Collopy, durante este año