Acompañada de sus cuatro hijos, la cantante realiza un viaje de una semana por Malawi, donde adoptó a dos niños
La cantante estadunidense Madonna inició una visita de una semana a Malawi, acompañada de sus hijos Lourdes, Rocco, David Banda y Chifundo Mercy James, los dos últimos adoptados aquí, para visitar uno de los proyectos que recibe el apoyo de la organización de ayuda humanitaria fundada por la estrella del pop.
Madonna puso ayer la primera piedra de una escuela de niñas, que costará 15 millones de dólares y será construida por su Fundación Raising Malawi.
“Mi sueño fue siempre formar mujeres que puedan ayudar a desarrollar el país”, declaró Madonna durante la ceremonia en el pueblo de Chinkhota, situado a 16 km de Lilongüe, la capital.
“Mi objetivo es que las niñas accedan a los estudios. Crecí en un medio pobre con mi madre, no tuve la suerte de recibir una buena educación”, dijo la cantante, quien develó la placa con la leyenda “Academia Raising Malawi para niñas”.
Sus cuatro hijos asistieron a la ceremonia con ella, así como el economista estadunidense Jeffrey Sachs, consejero especial del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y fundador del proyecto Aldeas del Milenio, destinado a reducir la pobreza.
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