En México, 9 por ciento de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) ha sido sujeto de actos de corrupción en compras públicas.
Según un diagnóstico del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), la corrupción en compras públicas se da cuando a una empresa se le solicitan favores, regalos o dinero para participar en el proceso de obtención de un contrato, para la designación del mismo o para que pueda cobrar bienes o servicios previstos.
No obstante, se considera que el nivel de denuncia es bajo porque el proceso es largo, costoso para la empresa y con pocas posibilidades de resultar en una investigación o alguna penalización para los funcionarios involucrados.
«Los emprendedores comentan que han experimentado corrupción sistémica en compras públicas, donde servidores públicos de varios niveles están coludidos y comparten los beneficios de un soborno. Esta percepción reduce la posibilidad de denuncia por parte de los emprendedores y empresarios», según el estudio ‘El efecto de la corrupción en emprendedores y mipymes’.
El valor del soborno para asegurar el contrato con el Gobierno es 4.5 por ciento del valor del mismo. Pero hay testimonios que fijan ese porcentaje hasta en 20 por ciento.
«Las modalidades varían de acuerdo con la negociación con el servidor público. En algunos casos se solicitan regalos como anticipo para ser declarado ganador de la licitación, mientras que en otros, se negocia como un porcentaje total de cada factura cobrada», advirtió el reporte.
Alfonso Crespo, director ejecutivo del área de investigación de fraudes de la consultora EY, advirtió que los temas de corrupción y fraude también son inherentes a las organizaciones pequeñas ya que hacen pagos en efectivo y otorgan regalos, para retener o ganar un negocio.
Fuente: Reforma
