La directora de la publicación, Anna Wintour, considera que su escandalosa reciente aparición da una mala imagen a la revista
Miley Cyrus quería hacer historia con su escandalosa actuación en la última gala de los MTV Video Music Awards, para dejar así definitivamente de lado su antigua imagen cándida como Hannah Montana. Pero, días después, y sin que el mundo haya dejado aún de hablar de tan polémico momento, la cantante empieza a sufrir las consecuencias de aquel espectáculo pasado de rosca.
Y es que Cyrus ha perdido una oportunidad de oro para consagrarse como icono del pop y de la moda, nada menos que a través de una de las portadas más codiciadas del mundo: la de la revista «Vogue». Y es que, según informa «Daily Mail», parece que a la directora de la publicación, la todopoderosa Anna Wintour, no le hizo ninguna gracia el numerito de «twerking» que la exestrella de Disney se marcó sobre el escenario junto a Robin Thicke.
Aunque la sesión de fotos que protagonizaría las páginas centrales del número de diciembre ya había sido realizada, la editora jefe de la prestigiosa publicación de moda decidió descartarlas para la portada de esta edición, por considerar que su última actuación, en ropa interior de látex, daría una mala imagen a su revista.
Según el diario británico, «Anna encontró aquello de mal gusto» y decidió cambiar la portada que tenían reservada para el reportaje de Cyrus. No sabemos si finalmente la sesión saldrá tal y como estaba prevista o sufrirá recortes, pero, a estas alturas, seguro que la cantante ya se ha enterado de que si Anna dice «no», te peines como te peines, no sales en la portada de su revista.
Fuente: ABC
