La RSE no se fabrica con donaciones. Las empresas más comprometidas saben que deben hallar distintas formas de ejercer un impacto positivo en sus comunidades a partir de un propósito claro. Para IBM se trata de generar innovación de impacto para el progredo del mundo.
Los IBMístas se caracterizan por su pensamiento progresista. Creemos en el progreso, creemos que la aplicación de la inteligencia, la razón y la ciencia puede mejorar los negocios, la sociedad y la condición humana.
Así es como la compañía describe en su página web, los valores a los que busca ser fiel. Además se dirige a cada uno de sus colaboradores para aclarar que como IBMístas, tomarán decisiones que afectarán el futuro, la marca y la reputación de la compañía, los puestos de trabajo y las carreras de otras personas, y la vida y el trabajo de muchas otras más.
Quienes colaboran en IBM no podrían tener más claro el sentido de su labor y el impacto que esta debiera tener para sus clientes, sus comunidades y el mundo entero.
Si no es capaz de tomar esas decisiones con honestidad y ética, por las razones correctas y sin importarle su beneficio personal, entonces usted no debiera ser –y posiblemente no pueda seguir siendo—un IBMísta.
Luego de leer lo que significa trabajar en IBM difícilmente podrías imaginar a un colaborador desmotivado que no encuentre sentido a sus actividades diarias. Por el contrario, imaginas un equipo que trabaja todos los días por lograr el impacto que la empresa quiere ver en el mundo.
En consecuencia es probable que justo ahora estés preguntándote: ¿Cómo es que IBM paga a sus colaboradores por tomar tiempo libre?, es más ¿las personas que quieren cambiar al mundo, realmente toman tiempo libre?
¿Por qué IBM paga a sus colaboradores por salir de la oficina?
Antes de ir directo a lo que quieres saber, responde: ¿Confiarías en tu equipo de trabajo para curar el cáncer, erradicar la pobreza o terminar de una vez con el sexismo?, ¿les confiarías el poder de cambiar el mundo?
Como una de las empresas de tecnología más importantes del mundo, IBM sabe que cuenta con talento valioso, capaz de generar un impacto positivo en sus comunidades; así que pretende aprovecharlo al máximo para cumplir con su misión. Su trabajo al interior de una oficina no es suficiente; así que la empresa presta sus habilidades para ponerlas al servicio de distintas causas sociales.
Parte de estos esfuerzos incluyen programas como Corporate Service Corps (CSC), dedicado a apoyar a instituciones gubernamentales, OSC y emprendimientos sociales; y Smarter Cities Challenge, orientado a enfrentar los desafíos urbanos de forma responsable. Una vez que la marca identifica una necesidad, elige a un equipo de entre ocho y quince personas entre sus colaboradores; ellos se encargarán de dedicar algunas semanas de su tiempo y sus habilidades a ofrecer soluciones viables.
Cualquier persona con al menos dos años en la empresa puede solicitar aplicar a estos programas. Un comité de revisión evalúa el rendimiento de los solicitantes y sus habilidades y otorga puntos extra a aquellos que puedan demostrar previo interés en el servicio a sus comunidades. Cada uno de ellos puede manifestar interés en colaborar en algún lugar del mundo, pero es la empresa quien tiene la elección final.
Enviamos 500 IBMistas por año a las asignaciones de Corporate Service Corps. ¿Qué pasaría su todas las empresas de Fortune 500 hicieran lo mismo? Eso transformaría la visión de lo que las corporaciones pueden hacer por la sociedad.
La iniciativa Corporate Service Corps nació en 2008 y desde entonces ha contado con la participación de más de 3,000 talentos distribuidos en más de 275 equipos que benefician a casi 40 países en todo el mundo. Todo ello equivale a más de 70 millones de sólares en consultoría para más de mil proyectos sociales que abordan temas relacionados principalmente con educación, salud y desarrollo económico.
En promedio, los equipos de CSC pasan tres meses aprendiendo sobre las comunidades en las que trabajarán y los problemas que abordarán antes de pasar cuatro semanas en campo trabajando con las organizaciones locales y otros actores relevantes y desarrollar recomendaciones para acciones a corto y largo plazo.
Entre los proyectos alcanzados por esta iniciativa está Coders4Africa en Senegal, que busca proporcionar formación en habilidades técnicas a los programadores en la región; un grupo de defensa de los derechos de las personas con discapacidad en la India que busca abrir más oportunudades laborales; y un Banco de Alimentos en América Latina.
¿Por qué esto favorece a la compañía?
Los procesos de selección para aplicar a los programas de voluntariado corporativo son rigurosos. De acuerdo con información compilada por Fast Company, solo el 10% de los solicitantes son seleccionados luego de un análisis de rendimiento y entrevistas para determinar si su personalidad y conjunto de habilidades coincide con las necesidades del proyecto. Participar es un privilegio.
No obstante, una vez que vuelven, los afortunados se vuelven elementos más valisoso para la compañía. Según datos de IBM, 80% de los gerentes son veteranos de estos programas; de ellos, 80% asegura estar interesado en permanecer a bordo de la compañía durante años.
Fue un buen momento para que esta asignación estuviera disponible. Fui capaz de centrarme 100% en algo y ver mi trabajo desde una perspectiva diferente. Eso renovó mi pasión por mi trabajo cotidiano y encontré la forma de recuperar mi motivación.
Así lo describió Tom Eggebraaten, ingeniero senior de software, quien trabajó con la compañía por casi 18 años antes de postularse y se sentía desgastado por su rutina diaria.
Claro que los líderes de equipo todavía tienen que lidiar con la pérdida de un elemento valioso durante el tiempo que éste permanece en el campo. Es por ello que el programa se coordina para evitar conflictos con plazos comerciales y metas de fin de trimestre. Se espera que los miembros del equipo preparen su salida con meses de anticipación para dar tiempo a otros colaboradores de dividir la carga de trabajo.
El cierto, algunos departamentos pueden funcionar de manera distinta para cuando estos trabajadores vuelven, pero eso contribuye a impulsar la evolución de los equipos de trabajo. Adicionalmente los colaboradores que vuelven por lo general son más dinámicos y se adaptan con facilidad a los cambios.