En una estrategia exitosa de responsabilidad social, además de la estructura de los programas, una pieza fundamental es el apoyo de los voluntarios, ya que con su participación e involucramiento generan valor y mejores resultados.
La compañía Kellogg invita constantemente a sus más de 100 voluntarios a que formen parte de algunos programas para que, además de ver el destino de su colaboración económica, puedan participar con acciones e involucrarse con la comunidad y el medio ambiente.
Actividades de participación
El pasado 17 de mayo más de 30 voluntarios se reunieron en la escuela primaria El Girasol en Querétaro, para participar en la organización de unas mini olimpiadas de activación saludable para los niños.
Los voluntarios apoyaron en distintas actividades junto con el tigre Toño, animando a los niños a activarse para fomentar el hábito del deporte y una cultura de vida saludable.
El día comenzó con un desayuno balanceado, que consistía en cereal, leche y fruta, para adquirir toda la energía necesaria. Posteriormente iniciaron los ejercicios de calentamiento, para dar paso a las mini olimpiadas.
Las actividades constaban de ocho bases: ping pong, salto de cuerda, baloncesto, pista de obstáculos, relevos frutales, futbol, voleibol y carrera de distancia. Al final se les entregaron medallas de participación a todos los niños y se rompieron piñatas por equipos, recompensando su esfuerzo.
Colegio El girasol
El colegio Girasol se fundó desde el año dos mil, debido a que una comunidad que se encontraba situada en el basurero estatal de Querétaro fue trasladada, y los niños no tenían dónde estudiar. En su mayoría las personas que acuden a esta escuela son de bajos recursos y en ocasiones se les dificulta incluso pagar los alimentos.
Kellogg decidió apoyar a esta institución desde hace tres años, ya que desde siempre se ha distinguido por ser una escuela comprometida con los programas. En un inicio la empresa apoyó con un programa de becas escolares, que posteriormente se trasladó a uno de alimentación, «Mochila Nutritiva», que pudiera proveer un desempeño básico del niño en todas sus actividades.
Desde el 7 de octubre, hasta el pasado 16 de mayo, en colaboración con Fundación Merced, quienes a través del programa Padrino se encargan de vincular a la escuela con Kellogg, mes con mes les hacen llegar las despensas, entregando hasta ahora 3 mil 300 donaciones para las cien familias.
Además de esta actividad, para el Día del niño, y el Día mundial de la alimentación, los voluntarios regresan para festejar a los niños y apoyar en las necesidades de la escuela, que van desde pintar, construir, jardinería, limpieza, etc.